Un tribunal en la ciudad de Braunschweig, a poco más de 35 kilómetros de la sede central de VW en Wolfsburg, programó una serie de audiencias para atender los reclamos de unos 4.000 accionistas del grupo alemán exigiendo u$s 10.400 millones en compensación. Los demandantes, argumentan que VW no los alertó lo suficientemente pronto de la investigación de los controles estadounidenses sobre el engaño del grupo alemán con las emisiones de sus motorizaciones diesel, que desencadenó el mayor fraude de la historia del automóvil a fines de 2015 (según uno de los abogados de las partes demandantes, VW estaba en conocimiento desde 2008 que sus diesel estaban en infracción).
Luego de que los accionistas enfurecidos recordaran los primeros casos en octubre de 2015, un año después, siguió una nueva oleada de reclamos por parte de inversores institucionales, entre ellos Black Rock Inc., el Sistema de Retiro de Empleados Públicos de California y Allianz Global Investors.

VW admitió a fines de 2015 que manipulaba las emisiones de sus vehículos impulsados por motorizaciones diesel para engañar las pruebas de emisiones en los EE. UU. Y que alrededor de 11 millones de unidades en todo el mundo podrían verse afectadas por dicha manipulación. VW calculó que el impacto financiero general, como consecuencia del escándalo que se desató a partir del descubrimiento del fraude, sería de alrededor de u$s 31.700 millones. Eso incluye pagos a clientes estadounidenses, estados afectados, reguladores y un acuerdo de u$s 1.160 millones con los fiscales alemanes.
Si los reclamos de los inversores prosperan, la sumatoria final aumentaría aproximadamente un tercio y si bien es poco probable que se otorgue una adjudicación completa del reclamo, la compañía tomó recaudos agregando u$s 3.940 millones para atender ese litigio, lo que podría llevar el costo general a más de u$s 35.000 millones.

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