31/07/2018. A pesar de sus ventas récord en la primera mitad de 2018, Renault está a punto de anunciar la cancelación de sus operaciones en el país de Medio Oriente debido a las sanciones de Estados Unidos…
Renault se perfila como la última compañía de origen francés en ser víctima de las renovadas sanciones de Donald Trump contra Irán. Sus operaciones en Irán, “probablemente, se suspenderán para cumplir con las sanciones de Estados Unidos”, manifestó el director de operaciones de Renault, Thierry Bollore, a los analistas. "Estamos buscando nuevas oportunidades de negocios, particularmente en África, con un fuerte crecimiento para compensar las oportunidades perdidas en Irán", amplió el ejecutivo.
El rival francés de Renault, PSA Group, ya suspendió su gestión en el país con sus marcas Peugeot y Citroën luego de que Estados Unidos cancelara el acuerdo nuclear que tenía desde 2015 con la República Islámica.
Ambos casos, se suman a otras compañías francesas de energía, como Total y Engie quienes también planean retirarse de Irán en breve.
Si bien Renault no tiene presencia en EE. UU., por lo que las políticas de estado no la hubieran afectado, su asociado Nissan Motors, de quien Renault tiene una participación mayoritaria, vende vehículos allí, lo cual motivó que, si bien en principio revisó sus opciones para permanecer en Irán al menos con una presencia mínima, finalmente, no pudiera resistir ni siquiera esta posición.
El grupo Renault-Nissan, todavía no había comenzado a fabricar vehículos ni a realizar inversiones, según la directora financiera, Clotilde Delbos, pero estuvo produciendo vehículos allí desde el año 2003 con otras dos empresas asociadas.
Los acontecimientos para las francesas se precipitaron a partir que la administración estadounidense rechazó este mes las demandas de Francia por una exención o exención para las compañías que trataban de hacer negocios en Irán. Especialmente, para aquellas empresas que no tienen vínculos comerciales con los EE. UU., expansión que se convirtió en "extremadamente complicada" (según PSA) a partir que los bancos fueron reacios a financiar las operaciones iraníes, alternativa que mutó a “imposible” cuando Trump decidió retirarse del acuerdo nuclear.
