Una carrera que también recupera al circuito de Paul Ricard, realizado con el criterio de los escenarios tradicionales, aquellos que examinan la capacidad y el virtuosismo de todo el parque de la F1, de ayer, de hoy y de siempre…
Trazado donde la nueva evolución 2.1 del motor Mercedes V6 mostró su potencial de la mano de un monoplaza adaptable como pocos y de un tetracampeón “en vena”, que hasta sorprendió con el tiempo de su pole cuando los parciales no parecían anticiparlo.
El segundo lugar de Bottas, solo confirmó el dominio de Mercedes, postergando a Ferrari quien tuvo sus propias “luces y sombras” con Vettel (3º), impotente en principio para luchar por la pole, aunque trabajando para optimizar su ritmo de carrera y Raikkonen (6º) que nunca fue protagonista en la pista francesa.
Intercalados entre las Ferrari, los Red Bull de Verstappen (4º) y Ricciardo (5º), como siempre abonados a destacarse sea quien fuere –Mercedes ó Ferrari- el dominador en determinado circuito.
Brillante gestión de Charles Leclerc y un revitalizado Sauber-Ferrari, quien no solo entró a la Q3, sino que logró un impensado octavo puesto que lo pone en línea de largada al mismo nivel de otro destacado del día: Carlos Sainz Jr.
Volvieron los Haas a la Q3 demostrando el potencial de los motores Ferrari, que fue la marca que copó la tanda final con cinco autos equipados con los V6 italianos entre los 10 mejores.
Debacle de McLaren-Renault que confirma algo en lo que venimos insistiendo desde la primera carrera de 2018: los principales problemas del equipo no eran por el motor Honda. Fueron los autos más lentos en la trampa de velocidad del Ricard, cuando otros autos con motor Renault eran notoriamente más veloces, postergando las aspiraciones de Vandoorne y Alonso (cuyas opiniones sobre el motor Honda fueron lapidarias) que ni siquiera entraron a la Q2.
Lo propio para Force India, marca que aquí estuvo lejos de luchar con Renault, con quien se bate por ser el cuarto equipo protagonista de la F1, donde Esteban Ocon superó una vez más a Sergio Pérez, a quien toda su experiencia parece que nunca le alcanzara para superar a su novel y prometedor compañero de equipo.

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