Todo indica que Ford no traerá las nuevas generaciones de Fiesta y Focus a Sudamérica, donde el Ka es el modelo mas vendido de la marca en los principales mercados de la región y es de suponer que, paulatinamente, irá aumentando su protagonismo dentro de la gama de Ford en el área a través de la variante tipo crossover Freestyle.
El razonamiento nace con la sorpresiva decisión del grupo estadounidense al anunciar la cancelación de sus berlinas y hatchbacks en el mercado norteamericano, donde la gama quedará únicamente conformada por pick ups y crossovers, con algunas honrosas excepciones como el Mustang.
Este golpe de timón, tan repentino como sorprendente, envuelve en un cono de misterio el destino de los modelos que Ford ofrece en la actualidad en América Latina.
Hace más de un año que debutó la séptima generación del Fiesta, pero la marca solo le dio una lavada de cara al modelo de generación anterior –producido en Brasil- al actualizarlo para los mercados latinoamericanos.
Algo parecido ocurre con el Focus III fabricado en Argentina, modelo que la marca continuará produciendo y vendiendo en los mercados de la región, mientras que la cuarta generación del modelo ya debutó en los principales escenarios de Europa y nada hace suponer que llegará por estas tierras.
A este panorama estancado, se le suma que las ventas del primero en Sudamérica han bajado sensiblemente en los últimos meses y el Focus tampoco tuvo mejor suerte en el mismo ámbito.
Ambos modelos, han quedado supeditados a lo que suceda con el fenómeno SUV/crossover que todavía no parece haber encontrado su techo también en América Latina.
En medio de este panorama negativo, como dijimos, es el Ka el modelo que debería asumir el protagonismo de los autos de la marca en los mercados de la región.

Y tiene antecedentes como para lograrlo.
Es uno de los modelos más vendidos en los dos mercados más grandes de Sudamérica, ya que tanto en Brasil como en Argentina, suele estar en posiciones de privilegio en el ranking de ventas.
Atenta a esto, la marca acompañará su gestión con una nueva versión denominada Freestyle que, a un aspecto exterior estilo crossover, sumará un moderno motor tricílindrico de 1.5 litros.
De esta manera, así como el actual Fiesta sufrirá una lenta agonía manteniéndose en la oferta de la marca mientras que su demanda continúe, sin que su relevo generacional aparezca en los planes de la compañía, algo parecido ocurrirá con el Focus, un modelo que pierde todavía más frente al embate de los SUV compactos y que continuará a la venta en su actual formato, ya que si bien todavía no hay planes para cesar su producción, tampoco se sugiere la cuarta generación para la región.
Al igual que en EE.UU., los SUV y crossover serán los principales protagonistas de Ford para Latinoamérica de cara al futuro, con el relevo generacional del EcoSport que llegará entre 2020 y 2021 como máximo representante del segmento. Nicho que tendría un nuevo modelo de la marca aunque un escalón por encima del citado EcoSport.
Poco a poco, el grupo estadounidense ha comenzado a abandonar la estrategia ”One Ford” iniciada en 2010, que contemplaba el lanzamiento de los mismos modelos en todos los mercados mundiales. Y así como otras marcas que también han debido torcer sus planteos de los últimos años a favor de la nueva tendencia SUV/crossover, lo propio le sucederá a Ford si no quiere perder más terreno en un mercado regional que, con sus particularidades, no puede dejar de seguir lo que sucede a nivel global.

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