Deporte
GP DE AZERBAIYAN/ CARRERA
LA RULETA DE BAKÚ “CANTÓ” HAMILTON!!!
29/04/2018. En una nueva demostración de que los golpes y la presencia del Safety Car son casi lo único que puede alterar la abulia de la mayoría de las carreras, su presencia convirtió un GP aburrido en una emocionante lotería…
Casi todo sucedió en el último tercio de la prueba.
Con el Safety Car proponiendo expectativa en una prueba que había sido dominada por Vettel y por la estrategia de los neumáticos, que solo dejaba a Bottas con posibilidades de enfrentar al alemán. Mientras, el a la postre vencedor, quedaba lejos de esta posibilidad afectado por los neumáticos y un planteo poco feliz de Mercedes para sus aspiraciones.
Muy atrás habían quedado los golpes de Raikkonen-Ocon y Perez-Sirotkin (que eliminaron a los segundos y retrasaron a los primeros) y lo que decíamos, un prolongado y aburrido dominio de Ferrari en una carrera lineal y con pocos destaques, salvo por los arrestos entre Verstappen y Ricciardo, enfrentados como si fueran enemigos…
Precisamente, avalado por este absurdamente exagerado enfrentamiento (que incluyó un roce de gomas en un intento de sobrepaso de Ricciardo), llegó lo que todos temían. Con los autos desgastados y las voluntades alteradas, un nuevo intento de contención de Verstappen (discutible, como algún otro de sus excesos), hizo que Ricciardo lo chocara violentamente desde atrás, en un claro error de cálculo sumado a un nuevo zigzag del holandés para tratar de contenerlo.
La consecuencia previsible de este absurdo planteo de Red Bull trajo el SC y “le abrió la puerta” a una sucesión de alternativas que determinaron: paradas frenéticas por gomas ultrablandas para los principales protagonistas –Vettel, Bottas, Hamilton, etc-, el insólito despiste de Grosjean bajo régimen de SC con más demora en la relargada y finalmente, la nueva partida con los Mercedes al frente y Vettel a punto de pegarse tratando de recapturar la punta.
Sin embargo, la carrera todavía deparaba una escena culminante.
Fue cuando el líder Bottas pasó con su Mercedes sobre los restos del choque de los Red Bull y con pocos metros por recorrerse, pìnchó el neumático trasero derecho de su auto. Ahí, todo quedó a pedir de Hamilton, que se fue a buscar su primera victoria del año (la primera desde Austin 2017) y la punta del certamen. Esa “apertura” que citábamos, optimizó las posibilidades de Raikkonen, de gran recuperación y ritmo, encumbró al inesperado Pérez y, tan sorprendente y afortunado como este, resultaron, Leclerc (6º), Alonso (7º), Stroll (8º), Vandoorne (9º) y Hartley (10º), nombres que, salvo los del finlandés y el de Vettel (finalmente 4º), son poco habituales a los puestos de vanguardia en condiciones normales de carrera.
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Con el Safety Car proponiendo expectativa en una prueba que había sido dominada por Vettel y por la estrategia de los neumáticos, que solo dejaba a Bottas con posibilidades de enfrentar al alemán. Mientras, el a la postre vencedor, quedaba lejos de esta posibilidad afectado por los neumáticos y un planteo poco feliz de Mercedes para sus aspiraciones.
Muy atrás habían quedado los golpes de Raikkonen-Ocon y Perez-Sirotkin (que eliminaron a los segundos y retrasaron a los primeros) y lo que decíamos, un prolongado y aburrido dominio de Ferrari en una carrera lineal y con pocos destaques, salvo por los arrestos entre Verstappen y Ricciardo, enfrentados como si fueran enemigos…
Precisamente, avalado por este absurdamente exagerado enfrentamiento (que incluyó un roce de gomas en un intento de sobrepaso de Ricciardo), llegó lo que todos temían. Con los autos desgastados y las voluntades alteradas, un nuevo intento de contención de Verstappen (discutible, como algún otro de sus excesos), hizo que Ricciardo lo chocara violentamente desde atrás, en un claro error de cálculo sumado a un nuevo zigzag del holandés para tratar de contenerlo.
La consecuencia previsible de este absurdo planteo de Red Bull trajo el SC y “le abrió la puerta” a una sucesión de alternativas que determinaron: paradas frenéticas por gomas ultrablandas para los principales protagonistas –Vettel, Bottas, Hamilton, etc-, el insólito despiste de Grosjean bajo régimen de SC con más demora en la relargada y finalmente, la nueva partida con los Mercedes al frente y Vettel a punto de pegarse tratando de recapturar la punta.
Sin embargo, la carrera todavía deparaba una escena culminante.
Fue cuando el líder Bottas pasó con su Mercedes sobre los restos del choque de los Red Bull y con pocos metros por recorrerse, pìnchó el neumático trasero derecho de su auto. Ahí, todo quedó a pedir de Hamilton, que se fue a buscar su primera victoria del año (la primera desde Austin 2017) y la punta del certamen. Esa “apertura” que citábamos, optimizó las posibilidades de Raikkonen, de gran recuperación y ritmo, encumbró al inesperado Pérez y, tan sorprendente y afortunado como este, resultaron, Leclerc (6º), Alonso (7º), Stroll (8º), Vandoorne (9º) y Hartley (10º), nombres que, salvo los del finlandés y el de Vettel (finalmente 4º), son poco habituales a los puestos de vanguardia en condiciones normales de carrera.
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