El nuevo motor tendrá producción limitada, será ensamblado a mano y firmado por el fabricante, y su fabricación se realizará en la planta donde se hace el Chevrolet Corvette en Bowling Green, Kentucky.
El Cadillac CT6 2019, que llegará en la primera mitad de 2019, será el primer vehículo equipado con el nuevo motor y se planean dos versiones: el V-Sport de 550 CV y otro, más relajado, de 500 CV, para distintos modelos de la marca.
Probablemente, este sea el motor de producción de serie técnicamente más complejo y avanzado de GM ya que, además de abundancia de aluminio, traerá inyección directa y 32 válvulas (cuatro por cilindro).
Los dos turbocompresores y los convertidores catalíticos se ubican entre las bancadas de cilindros, al mejor estilo "Vee-Hot", utilizado por los principales rivales alemanes de Cadillac.
La disposición ahorra espacio y permite que el motor que, por ejemplo, equipe al CT6 lo haga sin tener que implementar modificaciones internas en el vano-motor del vehículo. Pero el Vee-Hot también propone desafíos significativos en la gestión de las temperaturas bajo el capot, a partir que los convertidores catalíticos, generalmente, funcionan entre 400º y 600º en condiciones normales de marcha.
"En el diseño de los motores con turbo, la mayor dificultad la plantea la ubicación de los mismos", manifestó Jordan Lee, ingeniero jefe de los motores V8 de GM. "Puedes colocarlos en los costados del motor o en medio de la V. Por motivos de compactación y embalaje para poder alojarlos en el vano-motor del CT6, optamos por una arquitectura Vee-Hot, similar a las de Audi, BMW y Mercedes".

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