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ANTICIPO
MERCEDES-AMG G63, A MÁS DE 220 KM/H SOBRE UN LADRILLO
14/02/2018. El mes pasado, en Detroit, se vio el debut del “totalmente nuevo” Mercedes-Benz G-Class 2019, ahora llega la esperada versión AMG G63, que promete ser la máxima expresión del emblemático TT en varios aspectos, empezando por los 577 CV de su V8 biturbo…
El nuevo Mercedes-AMG G63, que debutará en el Salón de Ginebra, promete ser más cómodo, eficiente en el consumo de combustible, con un nivel de performance y conducción superiores y, todo hace suponer, que no perderá su encanto.
Que propone un TodoTerreno cuadrado, casi sin cambios de imagen desde sus orígenes de fines de los ’70 y cuyo corazón, como cada vez que aparece AMG motorizando, rebosa potencia. No obstante, se trata de uno de los motores más comunes de la marca (se usa desde el AMG GT R hasta el S560), el V8/4.0 litros, biturbo que, para la ocasión, fue llevado hasta los 577 CV con un par motor de 85,9 kgm entre 2.500 y 3.500 rpm.
Al igual que con otras variantes del mismo V8, los turbocompresores están en el medio de la V, una posición que, a través del largo de sus conductos de alimentación ayuda a la aceleración, mientras que la desactivación de cilindros optimiza el ahorro de combustible.
La potencia se aplica sobre las cuatro ruedas a través de la caja A9 y del sistema de tracción integral 4Matic, que la transmite al piso con una relación 40:60 (adelante: atrás), manteniendo la posibilidad de bloqueo para los tres diferenciales.
El G63 irá de 0 a 100 km/h en apenas 4s4/10 segundos, 0s9/10 más rápido que el modelo anterior, la máxima está limitada a 220 km/, pudiendo liberarse a pedido del usuario hasta los 240 km/h, impresionante para un vehículo que, como decíamos en el enunciado, tiene forma de ladrillo…
El nuevo modelo de AMG abandona el eje delantero rígido en favor de una configuración independiente y tiene amortiguadores adaptables con tres modos preestablecidos, Comfort, Sport y Sport +. En total, hay cinco configuraciones para ruta y tres más para off road.
El sistema de dirección trae una relación variable sensible a la velocidad que, al igual que las suspensiones, presenta modos Comfort y Sport.
Pero con la apariencia salvada, el G63 no se confundirá con otra cosa que no sea una G-Class. Al igual que otro clásico, el Jeep Wrangler, el diseño está muy arraigado en la memoria de los potenciales clientes como para pensar en otra estética.
El G63 recibe el paquete AMG tradicional, es decir llantas y neumáticos más grandes, más cromados y un paragolpes delantero más agresivo. La parrilla tiene una forma ligeramente redondeada en sus ángulos, inspirada en la del AMG GT R. Los escapes con salidas laterales se mantienen, asegurando que el sonido del V8 trascienda satisfactoriamente.
Otras detalles de AMG incluyen, logos V8 Biturbo en los guardabarros, calipers de freno en rojo y llantas disponibles de hasta 22”. También agrega pintura negro obsidiana en las carcasas de los espejos, el aro de la rueda de auxilio y los paragolpes.
En el interior, el G63 trae metal, cuero y carbono que cubren casi todas las superficies. El cockpit opcional alinea dos pantallas de 12.3”, proponiendo una gran superficie con instrumentos digitales. Los asientos delanteros están tapizados en cuero napa negro y rojo con costuras en forma de diamante e innumerables detalles más, integrados a una personalización como pocas veces se advierte en modelos de otras marcas.
Que propone un TodoTerreno cuadrado, casi sin cambios de imagen desde sus orígenes de fines de los ’70 y cuyo corazón, como cada vez que aparece AMG motorizando, rebosa potencia. No obstante, se trata de uno de los motores más comunes de la marca (se usa desde el AMG GT R hasta el S560), el V8/4.0 litros, biturbo que, para la ocasión, fue llevado hasta los 577 CV con un par motor de 85,9 kgm entre 2.500 y 3.500 rpm.
Al igual que con otras variantes del mismo V8, los turbocompresores están en el medio de la V, una posición que, a través del largo de sus conductos de alimentación ayuda a la aceleración, mientras que la desactivación de cilindros optimiza el ahorro de combustible.
La potencia se aplica sobre las cuatro ruedas a través de la caja A9 y del sistema de tracción integral 4Matic, que la transmite al piso con una relación 40:60 (adelante: atrás), manteniendo la posibilidad de bloqueo para los tres diferenciales.
El G63 irá de 0 a 100 km/h en apenas 4s4/10 segundos, 0s9/10 más rápido que el modelo anterior, la máxima está limitada a 220 km/, pudiendo liberarse a pedido del usuario hasta los 240 km/h, impresionante para un vehículo que, como decíamos en el enunciado, tiene forma de ladrillo…
El nuevo modelo de AMG abandona el eje delantero rígido en favor de una configuración independiente y tiene amortiguadores adaptables con tres modos preestablecidos, Comfort, Sport y Sport +. En total, hay cinco configuraciones para ruta y tres más para off road.
El sistema de dirección trae una relación variable sensible a la velocidad que, al igual que las suspensiones, presenta modos Comfort y Sport.
Pero con la apariencia salvada, el G63 no se confundirá con otra cosa que no sea una G-Class. Al igual que otro clásico, el Jeep Wrangler, el diseño está muy arraigado en la memoria de los potenciales clientes como para pensar en otra estética.
El G63 recibe el paquete AMG tradicional, es decir llantas y neumáticos más grandes, más cromados y un paragolpes delantero más agresivo. La parrilla tiene una forma ligeramente redondeada en sus ángulos, inspirada en la del AMG GT R. Los escapes con salidas laterales se mantienen, asegurando que el sonido del V8 trascienda satisfactoriamente.
Otras detalles de AMG incluyen, logos V8 Biturbo en los guardabarros, calipers de freno en rojo y llantas disponibles de hasta 22”. También agrega pintura negro obsidiana en las carcasas de los espejos, el aro de la rueda de auxilio y los paragolpes.
En el interior, el G63 trae metal, cuero y carbono que cubren casi todas las superficies. El cockpit opcional alinea dos pantallas de 12.3”, proponiendo una gran superficie con instrumentos digitales. Los asientos delanteros están tapizados en cuero napa negro y rojo con costuras en forma de diamante e innumerables detalles más, integrados a una personalización como pocas veces se advierte en modelos de otras marcas.