El año pasado, Audi comercializó 597.866 vehículos en China, un aumento del 1,1% respecto a 2016, un crecimiento que suena muy menor respecto a su competencia: el grupo BMW vendió 594.388 unidades (+15%), mientras que Daimler se mantuvo en tercer lugar, aunque con 587.868 unidades comercializadas, fue el que más creció, un 26%.
La sensible diferencia de crecimiento entre Audi y sus rivales fue debida a que se está recuperando de un boicot de los concesionarios, que de esta manera protestaron por los planes de la marca de abrir un segundo canal de distribución en China.
Las ventas se desplomaron en el primer semestre del año, hasta que Audi eliminó esta última propuesta en mayo del año pasado.
Una prueba palpable de la recuperación posterior de la marca la dio el hecho de que en el último mes de 2017, las ventas de Mercedes y Smart aumentaron un 12% en relación al mismo mes de 2016, las entregas de BMW y Mini subieron un 19%, mientras que las de Audi crecieron un 34%.
En uno de sus últimos comunicados, Audi manifestó que China fue el mercado número uno para el Q5 el año pasado, hecho que motivó el desarrollo de una versión especial, con mayor distancia entre ejes, que se presentará durante este año en el gigante asiático.

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