Lo dicho, tres vehículos tripulados por argentinos se encuentran en la segunda posición en tres de las cuatro categorías que integran la especialidad, precisamente, en el ingreso de la caravana de la carrera a nuestro país.
Una performance a la que no solo no estábamos acostumbrados, sino a la que únicamente nos acercó con posibilidad real de concretar una victoria en el Dakar (tal como lo consiguieron), lo hecho por los hermanos Patronelli en Quads, la especialidad con mayor número de participantes amateur que siempre tuvo la carrera.
Sin embargo, en esta ocasión, además de tener potenciales ganadores en la misma división de cuatriciclos, se trata del 2-3 de la clasificación, con Jeremías Gonzalez Ferioli como escolta del chileno Casale a 1h45m20s y de Nicolás Cavigliasso a 1h49m19s, ambos vencedores de etapa durante esta edición del Dakar.
Sin duda una diferencia que parece tranquilizadora para el puntero trasandino, sin embargo, tal como viene siendo esta dura edición nº40 del Dakar, las sorpresas pueden aparecer en cualquier momento y no sería extraño que, de pronto, el destino de la prueba pudiera tomar otro rumbo.
Diversos problemas, sobre todo mecánicos, conspiraron contra la posibilidad de que tanto Gonzalez Ferioli como Cavigliasso pudieran estar más cerca de Casale y solo resta por parte de los pilotos argentinos continuar manteniendo cierta presión sobre el hasta ahora imperturbable líder de la competencia.
Caso sensiblemente diferente es el del trío argentino Villagra-Yacopini-Torlaschi a bordo del Iveco negro nº501 que marcha segundo en la categoría Camiones detrás del Kamaz de Nikolaev.

El camión de los argentinos está a 46m25s, una diferencia amplia, es cierto, pero que tiene mucha menor relevancia que en el caso anterior, ya que cualquier inconveniente en un camión demanda mucho más tiempo de solución, por ejemplo, el cambio de un neumático –siempre y cuando se haga sobre suelo relativamente firme- lleva entre 12 y 15 minutos…
Por otra parte, en los últimos dos tramos, el trío local recortó unos 11 minutos sobre el Kamaz puntero, que plantea la actitud de los argentinos y un potencial que lo pone al acecho y con posibilidades de atacar la posición del líder no bien las circunstancias lo permitan.
El último de los casos, es el que le brinda a nuestro país la mayor posibilidad de que uno de los suyos se consagre en el Dakar 2018.
En la categoría Motos, la que representa más fielmente que ninguna el espíritu de la gran aventura y, probablemente, la de mayor competitividad, el salteño Kevin Benavides está a apenas 22 segundos del puntero en la General, el francés Adrien Van Beveren.
Una diferencia prácticamente nula que hace que el piloto argentino haya ingresado en lo que teóricamente es la parte más favorable para él, el territorio argentino, con inmejorables posibilidades de luchar por la victoria.
Posibilidad concreta a partir de que el líder del equipo HRC que integra Benavides, nos referimos a Joan Barreda, llega a esta instancia con su rodilla derecha muy golpeada como consecuencia de una fuerte caída.
Esto dejaría al argentino como la alternativa más viable para que Honda volviera a vencer en un Dakar, algo que no sucede desde el siglo pasado!!!...

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