Cada Ferrari clásica parece esconder algún tipo de historia, tan misteriosa como fascinante en algunos casos, tan rutilante en otros, y siempre consecuencia de propietarios, generalmente destacados, aunque ocasionalmente, tan millonarios como aburridos…
Este que presentamos no fue el caso.
El presidente Juan Domingo Perón fue siempre reconocido por ser un entusiasta, entre otras cosas, de motos y autos y por sus manos pasaron, desde una Lambretta hasta un Packard, destacándose como un incipiente coleccionista que, cuando vio esta 212 Inter carrozada por Ghia (el mismo que le pone nombre a algunas variantes Premium de modelos de Ford) en el Motorshow de París, a principios de los ’50, inmediatamente contactó a Ferrari para la compra del auto.
Sin embargo, no lo disfrutaría durante mucho tiempo, cuando fue derrocado del poder en 1955 por un golpe militar y salió del país, la impecable 212 Inter se quedó en Argentina, donde permaneció durante muchos años.
Un coleccionista italiano que vive en Buenos Aires compró el auto en 1973 –irónicamente, el año en que Perón volvió al país después de un largo exilio- que lo utilizó por 14 años más. Luego, en 1987, su propietario lo vendió a Europa, donde el auto tuvo una restauración completa que le devolvió su condición y estilo de 1952.
La Ferrari se vendió nuevamente en 1999 a un coleccionista, no solo de Ferraris, sino de modelos únicos de la marca de Maranello.
Ese propietario mantuvo el auto en condiciones casi perfectas, exhibiéndolo ocasionalmente en las galas de Pebble Beach, Concourso Italiano y Cavallino Classic, donde consiguió no pocos lauros.
Esta 212 Inter puede clasificarse entre las más originales, bellas y singulares Ferrari de todos los tiempos, teniendo en cuenta su estilo, combinación de colores y exclusividad.
Cuando el 18/19 de enero de 2018 vuelva una vez más a ponerse a tiro de cambiar de dueño en la subasta de Scottsdale, esta breve historia que contamos le agregará valor a un vehículo que promete recaudar entre u$s 1.6 y 2.0 millones de dólares y quien los pague, sin duda, habrá tenido muy en cuenta su pasado para ofertar por ella y su futuro.

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