La mayoría de estas unidades están equipadas con motores Euro 5 y "son unidades que sólo se pueden vender con gran dificultad en este momento porque los clientes no están seguros de lo que puede suceder con las futuras reglas", manifestó el titular de ZDK, entidad que agrupa a los concesionarios alemanes, Thomas Peckruhn.
Sobre la base de un precio estimado de unos 15.000 euros por vehículo, la organización estima que la flota total de “diesel no deseados” representa 4.500 millones de euros.
La institución encuestó a 718 minoristas de todas las marcas algunos días atrás, en lo que fue la primera encuesta realizada directamente entre los distribuidores.
Casi el 85% de los encuestados afirmó que las marcas no estaban proporcionando suficiente asistencia para ayudar a reducir el stock.
Como resultado de la lentitud de las ventas, el 77% de los concesionarios admitió que habían reducido los precios de las unidades para favorecer su salida.
Por otra parte, se quejaron debido a que "Necesitamos señales claras del gobierno, por ejemplo, como podrían afectar las nuevas normas a los vehículos involucrados”.
Reflejando la presión sobre la demanda, cerca del 29% de los usuarios de diesel en Alemania, manifestaron que intentarían vender sus automóviles lo más pronto posible debido a las preocupaciones sobre la caída de los valores a medida que las ciudades comiencen a tratar las prohibiciones de conducir, según una encuesta de mercado realizada por la empresa de investigación Deutsche Automobil Treuhand.
Una situación más que se suma a varias del mismo tenor respecto al futuro de los vehículos equipados con motorizaciones diesel, excelente alternativa técnica que fue poco menos que condenada por la irresponsabilidad y manipulación del grupo VW en el sonado caso del engaño con las emisiones de NOx descubierto a fines de 2015.

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