Industria Automotriz
PERSPECTIVA
LA APPLE DE LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ NO ES TESLA, ES JEEP
28/08/2017. Lo define la consistencia y lealtad de sus seguidores, toda una declaración de su forma de vida, su atesorada esencia y, además, su volumen de ventas…
Cada vez que Apple lanza un nuevo producto, los fanáticos se alinean en número sorprendente en los locales de venta.
Cuando Elon Musk dice que un nuevo Tesla se agrega a la gama, hay un grupo similar de interesados, a tal punto que ya suman unos 400.000 los que han hecho sus depósitos por el hábilmente promocionado Modelo 3.
Tesla es una empresa de Silicon Valley, que tiene una muy deseable impronta que la ha llevado a ejercer una fuerte atracción, que viró en inusual demanda en el ámbito automotor, a tal punto que muchos la comparan con Apple.
En el planteo inicial, todo hace suponer que así sea.
Sin embargo, hay un tema no menor para tener en cuenta: Apple es una marca masiva y Tesla, a pesar que tuvo un primer trimestre del año con un crecimiento del 69% respecto al de 2016, todavía es un producto especializado en el marco de la industria automotriz.
Y cuando buscamos la alternativa, caemos en la conclusión de que la marca automotriz más parecida a Apple es Jeep.
Al igual que con el lenguaje de diseño de Apple rápidamente identificado - ya sea para los teléfonos y las computadoras o las interfaces para los mismos - no hay dudas cuando se trata de un Jeep.
Al igual que la legión de fanáticos de Apple, hay personas para las que un Jeep no es sólo una forma de transporte, sino una declaración sobre su forma de vida.
Así como no son pocas las empresas que podrían tener diseños similares a Apple y hacer todo lo posible para tener productos muy parecidos, no hay una sola empresa automotriz a la que no le gustaría tener, al menos una porción, de la magia de Jeep.
Si bien no hay colas de interesados en los concesionarios cuando un nuevo Jeep sale a la venta, probablemente, hay más interés en el próximo Wrangler que en una media docena de otros vehículos de diferentes empresas que se encuentran en situación similar.
Y por último, y al igual que Apple, Jeep también es un producto de volumen.
El año pasado, FCA entregó 926.376 modelos Jeep en EE.UU. El propio Walter P. Chrysler y los Dodge Brothers se hubieran revolcado en sus tumbas al enterarse de esto: Chrysler despachó 231.972 unidades y Dodge llegó a 506.858. La suma de ambos fue de 738.830 vehículos, un número muy tímido en relación a las ventas de Jeep.
A nivel mundial, Jeep vendió alrededor de 1,4 millones de unidades en 2016 y está buscando incrementar ese número a alrededor de 2 millones de vehículos en 2020.
Esto significa que no solo habrá una ampliación de gama, como sería lanzar un modelo por debajo del Renegado y otro por encima del Grand Cherokee, ya que la marca no solo vende en los EE.UU.
Por ejemplo, mientras que el nuevo Jeep Compass 2017 se produce en cuatro plantas, ninguna de ellas se encuentra en los EE.UU.
Claramente, aquí suena la alarma para los fieles de la marca, por el peligro de que esta se convierta en algo dirigido hacia mercados externos que no son donde los Jeep se originaron.
Entonces, ¿Qué puede pasar con ese sentimiento tan arraigado de la "autenticidad de la marca”?. Porque si hay alguna característica que define a Jeep, este es uno de los diferenciadores más importantes. La respuesta a esa pregunta es simple: no pasaría nada.
Esta es la definición “oficial” de Mark Allen, el hombre que ha estado diseñando Jeep (y camiones) por más de 20 años, el hombre que dirige Jeep Design.
En una entrevista reciente de Automotive News, Allen comentó que no importa dónde se construyan los Jeep, “todos ellos son diseñados por nuestro equipo y en Auburn Hill”…
Y si bien hay algunas modificaciones necesarias para que los vehículos cumplan con las distintas reglas legales en diferentes países, no son exactamente cosas importantes que podrían alterar la esencia Jeep.
Y además, están los clubes de seguidores de Jeep, conformados por grupos que, probablemente, son los más dedicados entre todos los clubes, a partir de que son los que están más identificados con todo lo que la marca demuestra que se puede hacer en Jeep (los Concepts del Jeep Safari del Moab que va por su edición nº52 así lo atestiguan).
Y eso es algo que Tesla nunca podría alcanzar, como tampoco lo podrán hacer Samsung ni Microsoft para tratar de equiparar el amor que la gente tiene por Apple…
Fuente: Automotive News.
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Cuando Elon Musk dice que un nuevo Tesla se agrega a la gama, hay un grupo similar de interesados, a tal punto que ya suman unos 400.000 los que han hecho sus depósitos por el hábilmente promocionado Modelo 3.
Tesla es una empresa de Silicon Valley, que tiene una muy deseable impronta que la ha llevado a ejercer una fuerte atracción, que viró en inusual demanda en el ámbito automotor, a tal punto que muchos la comparan con Apple.
En el planteo inicial, todo hace suponer que así sea.
Sin embargo, hay un tema no menor para tener en cuenta: Apple es una marca masiva y Tesla, a pesar que tuvo un primer trimestre del año con un crecimiento del 69% respecto al de 2016, todavía es un producto especializado en el marco de la industria automotriz.
Y cuando buscamos la alternativa, caemos en la conclusión de que la marca automotriz más parecida a Apple es Jeep.
Al igual que con el lenguaje de diseño de Apple rápidamente identificado - ya sea para los teléfonos y las computadoras o las interfaces para los mismos - no hay dudas cuando se trata de un Jeep.
Al igual que la legión de fanáticos de Apple, hay personas para las que un Jeep no es sólo una forma de transporte, sino una declaración sobre su forma de vida.
Así como no son pocas las empresas que podrían tener diseños similares a Apple y hacer todo lo posible para tener productos muy parecidos, no hay una sola empresa automotriz a la que no le gustaría tener, al menos una porción, de la magia de Jeep.
Si bien no hay colas de interesados en los concesionarios cuando un nuevo Jeep sale a la venta, probablemente, hay más interés en el próximo Wrangler que en una media docena de otros vehículos de diferentes empresas que se encuentran en situación similar.
Y por último, y al igual que Apple, Jeep también es un producto de volumen.
El año pasado, FCA entregó 926.376 modelos Jeep en EE.UU. El propio Walter P. Chrysler y los Dodge Brothers se hubieran revolcado en sus tumbas al enterarse de esto: Chrysler despachó 231.972 unidades y Dodge llegó a 506.858. La suma de ambos fue de 738.830 vehículos, un número muy tímido en relación a las ventas de Jeep.
A nivel mundial, Jeep vendió alrededor de 1,4 millones de unidades en 2016 y está buscando incrementar ese número a alrededor de 2 millones de vehículos en 2020.
Esto significa que no solo habrá una ampliación de gama, como sería lanzar un modelo por debajo del Renegado y otro por encima del Grand Cherokee, ya que la marca no solo vende en los EE.UU.
Por ejemplo, mientras que el nuevo Jeep Compass 2017 se produce en cuatro plantas, ninguna de ellas se encuentra en los EE.UU.
Claramente, aquí suena la alarma para los fieles de la marca, por el peligro de que esta se convierta en algo dirigido hacia mercados externos que no son donde los Jeep se originaron.
Entonces, ¿Qué puede pasar con ese sentimiento tan arraigado de la "autenticidad de la marca”?. Porque si hay alguna característica que define a Jeep, este es uno de los diferenciadores más importantes. La respuesta a esa pregunta es simple: no pasaría nada.
Esta es la definición “oficial” de Mark Allen, el hombre que ha estado diseñando Jeep (y camiones) por más de 20 años, el hombre que dirige Jeep Design.
En una entrevista reciente de Automotive News, Allen comentó que no importa dónde se construyan los Jeep, “todos ellos son diseñados por nuestro equipo y en Auburn Hill”…
Y si bien hay algunas modificaciones necesarias para que los vehículos cumplan con las distintas reglas legales en diferentes países, no son exactamente cosas importantes que podrían alterar la esencia Jeep.
Y además, están los clubes de seguidores de Jeep, conformados por grupos que, probablemente, son los más dedicados entre todos los clubes, a partir de que son los que están más identificados con todo lo que la marca demuestra que se puede hacer en Jeep (los Concepts del Jeep Safari del Moab que va por su edición nº52 así lo atestiguan).
Y eso es algo que Tesla nunca podría alcanzar, como tampoco lo podrán hacer Samsung ni Microsoft para tratar de equiparar el amor que la gente tiene por Apple…
Fuente: Automotive News.
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