Especiales
SUBASTA EN PEBBLE BEACH
917K/024, EL PORSCHE MÁS CARO DE LA HISTORIA
25/08/2017. ¿Cómo pudieron pagarse u$s14.080.000 por un auto casi sin historia deportiva?. Algunos datos comienzan a justificarlo, perteneció al piloto Jo Siffert a quien acompañó hasta su propio entierro, fue uno de los autos alquilados por Steve McQueen para escenas de su célebre “Le Mans” y, desaparecido durante 23 años, reapareció en 2002 –casi intacto- en un galpón en París; va entendiendo?...
La última edición del célebre Concours d’Elegance de Pebble Beach, realizado pocos días atrás, saldó varios récords absolutos.
Entre ellos, el que ha convertido al Porsche 917K chasis 024 de 1970, en el Porsche más caro de la historia.
Subastado por Gooding &Company, alcanzó la cifra de u$s 14.080.000 (con impuestos incluidos), la cifra más alta –conocida- pagada por un modelo de la marca alemana.
Y si bien esto no llamó la atención por el hecho en si mismo, la venta de esta unidad fue todo un acontecimiento, ya que se había convertido en el ejemplar más conocido del modelo debido a su participación en “Le Mans” de Steve McQueen, la mejor película de automovilismo de la historia.
A pesar de que el Porsche 917 es un modelo con un largo historial de triunfos que incluyen dos victorias en Le Mans –y para quien suscribe, es “el auto de competición más importante de todos los tiempos”- este ejemplar en particular, no se hizo célebre por esto, aunque sí llegó a participar oficialmente en diversos tests, incluyendo los que se realizaron las jornadas previas a lo que fue el primer triunfo de la marca alemana en las 24 Horas de 1970.
Como adelantamos, esta unidad pertenecía a la colección privada del piloto suizo Jo Siffert, quien lo mantuvo como una de las piezas más importantes y fue empleado como auto-cámara, además de protagonista, del largometraje sobre la clásica prueba francesa. De hecho, el 917-024 fue parte del cortejo fúnebre cuando Siffert se accidentó fatalmente corriendo F1 en Brands Hatch…
La historia de la relación 024-Siffert cuenta que el modelo fue empleado por la marca para diversas pruebas, además de los mencionados tests en Le Mans 1970, donde se alzó con el mejor tiempo de los entrenamientos, sin embargo, Porsche no empleó este chasis para competir y luego fue vendido a Siffert.
Luego de la muerte del piloto suizo en 1971, su familia mantuvo el 917-024 en la colección hasta 1978, momento en el que fue vendido a un coleccionista francés.
Una vez en sus manos, el ejemplar desapareció durante más de 20 años, hasta que fue descubierto en 2002 en un granero cercano a París, donde había estado oculto los últimos 23 años, protagonizando uno de las reapariciones más espectaculares de la historia.
La noticia del hallazgo conmocionó a la comunidad del motor mundial, pues como muchos “descubrimiento de clásicos”, el 917 aparecía cubierto de polvo, sirviendo al único fin de cobijar a alimañas y pájaros que habían anidado entre los huecos de su carrocería, aunque conservaba los neumáticos Firestone que le habían sido vistos antes de desaparecer.
A partir de esto, fue sometido a una restauración completa, misión facilitada por el muy buen estado y la originalidad de sus componentes a pesar de su larga y azarosa vida.
Subastado por Gooding & Company el pasado fin de semana en Pebble Beach, el Porsche 917K/024 cumplió con los pronósticos alcanzando las estimaciones que le apuntaban un monto entre los 13 y los 16 millones de dólares.
Con los u$s14.080.000 pagados por él, relegó al segundo lugar al Porsche que hasta ahora se mantenía como el más caro de la marca, otro modelo de competición, un 956 –chasis 003- que fue subastado también por Gooding & Company en Pebble Beach 2015, por u$s10.120.000.
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Entre ellos, el que ha convertido al Porsche 917K chasis 024 de 1970, en el Porsche más caro de la historia.
Subastado por Gooding &Company, alcanzó la cifra de u$s 14.080.000 (con impuestos incluidos), la cifra más alta –conocida- pagada por un modelo de la marca alemana.
Y si bien esto no llamó la atención por el hecho en si mismo, la venta de esta unidad fue todo un acontecimiento, ya que se había convertido en el ejemplar más conocido del modelo debido a su participación en “Le Mans” de Steve McQueen, la mejor película de automovilismo de la historia.
A pesar de que el Porsche 917 es un modelo con un largo historial de triunfos que incluyen dos victorias en Le Mans –y para quien suscribe, es “el auto de competición más importante de todos los tiempos”- este ejemplar en particular, no se hizo célebre por esto, aunque sí llegó a participar oficialmente en diversos tests, incluyendo los que se realizaron las jornadas previas a lo que fue el primer triunfo de la marca alemana en las 24 Horas de 1970.
Como adelantamos, esta unidad pertenecía a la colección privada del piloto suizo Jo Siffert, quien lo mantuvo como una de las piezas más importantes y fue empleado como auto-cámara, además de protagonista, del largometraje sobre la clásica prueba francesa. De hecho, el 917-024 fue parte del cortejo fúnebre cuando Siffert se accidentó fatalmente corriendo F1 en Brands Hatch…
La historia de la relación 024-Siffert cuenta que el modelo fue empleado por la marca para diversas pruebas, además de los mencionados tests en Le Mans 1970, donde se alzó con el mejor tiempo de los entrenamientos, sin embargo, Porsche no empleó este chasis para competir y luego fue vendido a Siffert.
Luego de la muerte del piloto suizo en 1971, su familia mantuvo el 917-024 en la colección hasta 1978, momento en el que fue vendido a un coleccionista francés.
Una vez en sus manos, el ejemplar desapareció durante más de 20 años, hasta que fue descubierto en 2002 en un granero cercano a París, donde había estado oculto los últimos 23 años, protagonizando uno de las reapariciones más espectaculares de la historia.
La noticia del hallazgo conmocionó a la comunidad del motor mundial, pues como muchos “descubrimiento de clásicos”, el 917 aparecía cubierto de polvo, sirviendo al único fin de cobijar a alimañas y pájaros que habían anidado entre los huecos de su carrocería, aunque conservaba los neumáticos Firestone que le habían sido vistos antes de desaparecer.
A partir de esto, fue sometido a una restauración completa, misión facilitada por el muy buen estado y la originalidad de sus componentes a pesar de su larga y azarosa vida.
Subastado por Gooding & Company el pasado fin de semana en Pebble Beach, el Porsche 917K/024 cumplió con los pronósticos alcanzando las estimaciones que le apuntaban un monto entre los 13 y los 16 millones de dólares.
Con los u$s14.080.000 pagados por él, relegó al segundo lugar al Porsche que hasta ahora se mantenía como el más caro de la marca, otro modelo de competición, un 956 –chasis 003- que fue subastado también por Gooding & Company en Pebble Beach 2015, por u$s10.120.000.
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