Rumbo al Campo Argentino de Polo, escenario del debut de la versión diésel del XC90, y casi al mismo tiempo que el CEO de Volvo –Hakan Samuelsson- confirmaba en Europa, “solo ofreceremos versiones electrificadas desde 2019” lo que marca no solo ‘el principio del fin’ de los motores de combustión interna en Volvo, sino que, además de condicionar a los nafteros, directamente, cancela a sus diésel, tal como lo anticipamos pocas hora atrás (3/7/2017), tuvimos que esforzarnos para no profundizar la paradoja que planteamos en dicho informe (que complejo resulta analizar algunos temas solo desde la perspectiva local!).
Con la paradoja “a cuestas”, aunque sin tiempo para seguir desmenuzándola ante el inminente debut del XC90 diésel, optamos por entregarnos al conocimiento del producto, alternativa menos complicada y más gratificante, especialmente, para quienes –como nosotros- admiramos y disfrutamos los diésel modernos.
No obstante, lo que remarcábamos respecto al futuro de los motores de combustión interna de Volvo, directivos del importador - el brand manager Ignacio Pierrez y el gerente general Hernán Amenabar- condicionaron estas declaraciones, poniéndolas en otro contexto, “si las nuevas normas, que desde 2021 llevarán las emisiones de 120 a 95 gr de C02/km lo permiten, la marca tardaría más en abandonar los motores actuales”.
El XC90 D5 es la versión turbodiesel del SUV siete asientos para el segmento grande de Volvo, generación cuya variante naftera se lanzó a la venta en la Argentina en enero de 2016. Ahora, tal como aquella, esta D5 también llega desde Suecia y ya está a la venta con un precio promocional de u$s 119.900 (desde fines de agosto pasará a costar u$s 125.900), lo que la convierte en el SUV de tres filas de asientos más accesible.
Viene equipada con una única motorización turbodiésel, 2.0 litros, 235 CV a 4.000 rpm y un torque de 49 kgm (480 Nm) entre 1.750 y 2.250 rpm, con un 0-100 km/h de 7s8/10 y una máxima declarada de 230 km/h. Tanto esta versión, como la naftera contemporánea en Argentina, vienen con caja A8 (ZF) y tracción integral.
Esta versión D5 llega con nivel de equipamiento Momentum –por debajo de los Inscription y R-Design de la variante naftera- que, por ejemplo, trae llantas de 19” (aunque, opcionalmente, puede montar hasta de 22”), no tiene faros full-led y tampoco equipo de audio Premium.
En breve, comenzarán a llegar los modelos 2018, con algunas mejoras en el equipamiento, ya que tendrán las luces principales de leds , equipo de audio con Android Auto y Apple Car Play, y sistema Graphical Head-up Display para proyectar información del instrumental en el parabrisas.
Este nuevo SUV Volvo diésel, además de su propuesta complementaria para la gama y el portfolio de modelos de la marca, propone una gran dinámica del importador sintetizada en una actitud que el gerente general Amenábar resumió, “si bien el argentino es un mercado muy difícil, creímos que para desembarcar aquí, no había que hacerlo en forma tibia, sino con determinación”, hecho corroborado por la compra de un terreno de unos 4.500 m2 en zona norte de Buenos Aires para hacer base con un establecimiento de envergadura y que sintetiza los ambiciosos planes de Volvo en nuestro mercado.
Ambiciones que, este año, se concretarían en unas 400 unidades vendidas de la marca sueca lo que haría crecer casi en un 100% su participación en el segmento Premium local.
Cifra que se ampliaría una vez que también crezca la red de concesionarios, ya que, actualmente, la marca tiene puntos de venta en Vicente López, Palermo, Rosario y Mendoza, pero hay planes para abrir nuevos espacios en Pilar, la Zona Sur del Gran Buenos Aires y Córdoba.
Lo propio sucederá con la gama de productos, con el desembarco previsto del V40 Cross-Country, el sedan de lujo S90 y del nuevo XC60 que, un escalón por debajo del XC90, está teniendo muy buena respuesta en mercados internacionales y que llegará a principios de 2018.
En lo que respecta a las ventas del XC90 en versiones nafteras y diésel, que según estiman los responsables de Ditecar podrían comercializarse alrededor de 20 unidades hasta fin de año, el mix favorecerá 60/40% a las primeras, un buen indicativo para las diésel que contarán con un argumento tan tentador como determinante a su favor, tal como nos aclaró el propio Amenabar, “con un tanque de combustible se podrán hacer hasta 1.200 kilómetros”.

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