“¡Qué carrera tan angustiante! Luchar para pasar del puesto 54º al primero, ¿quién hubiera creído que esto sería posible?”, manifestó Oliver Blume, Presidente del Consejo Directivo de Porsche AG. “El mito de Le Mans está vivo, y lo está precisamente por historias tan increíbles como ésta edición 85º que hemos vivido”.
La carrera de resistencia más prestigiosa y dura del mundo, comenzó en 2017 con los Toyota en las dos primeras posiciones y con un desafortunado contratiempo para el Porsche 919 Hybrid nº2, el auto que al final se impuso en la prueba. A las 6h30 de la tarde del sábado, el 919 de Bamber, Bernhard y Hartley se vio obligado a realizar un pit stop que no estaba previsto.
Los mecánicos tardaron una hora y cinco minutos en cambiar el motor eléctrico que propulsa el eje delantero del 919. El vehículo regresó a la pista a las 7h35 de la noche en el puesto 54º, 19 vueltas por detrás del líder –casi 260 kilómetros los separaban–.
Durante la noche, los rivales japoneses tuvieron sus bajas. El Toyota nº8 entró a pits a efectuar una larga reparación, mientras que el nº7 se quedó varado en la pista a causa de un problema con el embrague, y al nº9 le sucedía lo mismo tras un accidente con un auto de LMP2. A las 12h45 de la madrugada del domingo, el Porsche 919 Hybrid nº1 se puso en cabeza. Pero, de nuevo, a las 11h09 de la mañana, Porsche pagó el precio de una carrera disputada con una alta temperatura ambiental: el motor del auto falló. Después de un excelente rendimiento que incluyó liderar la carrera durante más de 10 horas, los sueños del suizo Neel Jani, el alemán André Lotterer y el inglés Nick Tandy terminaron de manera repentina.
Llegó entonces el momento de la cacería. De repente, el Porsche 919 Hybrid nº2 se ubicó en el primer lugar en la categoría LMP1 y comenzó a superar uno tras otro a los rivales de la clase LMP2. A las 12h50 de la tarde del domingo, en la vuelta 330, Bernhard volvió a estar en el mismo giro que el líder de la prueba. En la vuelta 347 se colocó a la cabeza y 20 giros más tarde cruzó la línea de meta en el primer lugar absoluto. Una performance que entregó gran cantidad de números para analizar y entender como fue el desarrollo de la insólita prueba…

La carrera en cifras:

• El equipo vencedor, con el 919 Hybrid nº2, completó 367 vueltas (5.001,23 kilómetros) a una velocidad media de 208,2 km/h.
• El vehículo nº2 lideró las 20 últimas vueltas de la carrera.
• El mayor número de vueltas liderando la prueba las hizo el Porsche gemelo, el nº1, pilotado por Neel Jani, André Lotterer y Nick Tandy. Punteó desde la vuelta 155 hasta la 318 incluida (de 00h45 a 11h09 de la mañana). Además, había ido en primer lugar otro par de vueltas al principio de la carrera, debido a los periodos de paradas en boxes. En total, el vehículo nº1 estuvo en cabeza 166 vueltas.
• En el momento del fallo en el motor, el auto nº1 le llevaba 13 vueltas a sus inmediatos perseguidores.
• Durante las 24 horas, la carrera vio salir al auto de seguridad (safety car) tres veces (15 vueltas) y sufrió 27 ‘zonas lentas’ (slow zones), durante las cuales los pilotos tuvieron que reducir la velocidad a 80 km/h.
• Sólo durante 246 de las 367 vueltas que duró la carrera, los 13,629 kilómetros de longitud de la pista estuvieron con bandera verde en todo su recorrido.
• El auto ganador entró en el pit lane un total de 29 veces, una de ellas para cumplir una penalización (drive-through). Incluyendo la parada larga para reparaciones en su tren delantero, el vehículo pasó una hora 38 minutos y 5,211 segundos en boxes.
• El auto de los ganadores absolutos de la prueba utilizó 10 juegos de neumáticos slick y su tanque de combustible fue recargado 28 veces.
• La velocidad más alta alcanzada en la carrera por el Porsche 919 Hybrid ganador fue oficialmente de 334,9 km/h (Bernhard, en la vuelta 338).
• La distancia más larga cubierta con un juego de neumáticos fue de 43 vueltas, de la 124 a la 167, con Earl Bamber al volante.
• Sólo una vuelta menos que esas hizo Bernhard en su último relevo, desde la 325 hasta la 367 que marcó el final de carrera.
• Bernhard fue claramente quien realizó la distancia mayor. Condujo en total 159 vueltas. Hartley lo hizo durante 106 y Bamber, en 102 giros.
• Antes de la prueba, el peso de Bernhard, incluido antiflama y casco, era de 65,0 kilos. Después de la carrera bajó a 63,8 kilos.
• La detención más rápida para el equipo Porsche, incluyendo cambio de neumáticos y piloto, fue de un minuto, 22 segundos y 343 milésimas.

• La parada más rápida para repostar (depósito lleno) fue hecha en un minuto, cuatro segundos y 342 milésimas, a las 10h14 de la noche del sábado.
• Los pilotos tenían 0,9 litros de bebida a bordo a disposición para cada relevo. La botella de líquido fue cambiaba en cada parada para repostar.
• Se quitaron un total de 11 películas transparentes del parabrisas del auto ganador para que tuviera siempre la mejor visibilidad posible.
• La temperatura ambiente más alta fue de 31,5ºC (88,7 °F), justo un poco antes del final. Durante la noche, bajó a los 19º (66,2 °F). La temperatura de la pista alcanzó su pico superior el sábado, con 39ºC (102,2 °F) La temperatura más baja de la pista por la noche estuvo en 27ºC (80.6 °F.).
• Fueron transmitidos 25,2 gigabytes de datos desde el auto nº2 al pit durante las 24 horas de carrera.
• Después de disputadas tres de las nueve pruebas que componen el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA (WEC), con doble puntuación en Le Mans, Porsche lidera la clasificación de Constructores con 111 puntos, por delante de Toyota (74,5 puntos). En la clasificación de Pilotos, Bamber/Bernhard/Hartley suman 83 unidades y están en cabeza con 21 puntos de ventaja. Jani/Lotterer/Tandy figuran en quinta posición, con 28 unidades.
Fuente: Porsche.

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