. “Es un evento diferente, brillante y espectacular, organizado por un gran equipo que tenemos en VW Argentina y con la gran colaboración del Ejército Agentino, que nos abrió las puertas de este lugar de par en par y nos trataron con mucha cordialidad.
Estamos muy entusiasmados con la Amarok V6, con la cual creo que vamos a atacar no solamente a las pick up rivales, sino que, por innovación, tecnología y potencia, puede reemplazar a distintos vehículos en otros segmentos.
Tenemos el orgullo de que esta pick up se produzca en Argentina y con los mismos estándares de calidad de Europa, Asia u Oceanía.
Destaco su potencia que la pone al tope en la materia en nuestro país y toda la innovación, tecnología y seguridad que ofrece al usuario, que conforman un paquete imbatible!”.
Un eufórico Pablo Di Si, CEO de VW Argentina, formó parte de la presentación de la nueva Amarok V6 en las instalaciones de las Fuerzas Armadas en Campo de Mayo.
En un ámbito inédito e ideal para este tipo de despliegue, se anunció que el nuevo producto de la marca se lanzó a la venta en la Argentina y comenzó a exportarse desde la planta de Pacheco, a toda la Región.
Confirmando los valores con que se comercializó la preventa, automáticamente, la Amarok V6 se convirtió en la pick up más cara de nuestro mercado (lo que, como adelantamos, no impidió que la preventa de 400 unidades se agotara), orillando el millón de pesos con la versión ‘normal’ ($ 981.300) y superándolo en la variante Extreme ($ 1.033.000).
No obstante, con 224 CV y la posibilidad del Overboost (que le permite durante unos 10 segundos aumentar la potencia en 20 CV cuando, a unos 80 km/h, se pisa el acelerado a fondo hasta llegar a los 140 km/h, gestión que es ideal para sobrepasos en ruta) es la pick-up mediana más potente del segmento y del momento.
La V6 trae mínimas diferencias estéticas respecto a las versiones con motor EA189 de cuatro cilindros: logo “V6” en la parrilla, llantas Milford de 19” con neumáticos Pirelli Scorpion 255/55R19 y barra de San Antonio de acero inoxidable para la ‘normal’ y el mismo logo, con llantas Talca de 20”, gomas Bridgestone Dueler 255/50R20, barra aerodinámica “Sportbar” y protector de caja Durabed, para la versión Extreme.
Mejoró la imagen de ‘bien plantada’ con la adopción de semejante tren rodante y el nuevo color azul Ravenna –exclusivo de las versiones V6- la hace todavía más llamativa.
En el interior, se destacan los tapizados en cuero Nappa, un display color 3D con indicadores de aguja, el mismo equipo multimedia de la variante Highline, con Discover Media de 6,3”, GPS y App Conect, para ‘espejar’ las funciones de dispositivos con Apple Car Play o Android Auto.
El habitat sigue siendo cómodo y acogedor (cinco personas) y lo mejor es la posición de manejo, que se logra a través de ajustes eléctricos que operan tanto sobre respaldo como sobre el asiento. Con la regulación de volante en altura y profundidad, la posición ideal se logra rápida y precisamente.
En materia de seguridad solo trae cuatro airbags, anclajes Isofix, frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS y función off road, ESP, control de tracción, ayuda al arranque en pendiente, controles de ascenso y descenso.
El “as en la manga” es el motor V6/3.0 litros (“seis en V” a 90º y 2.967 cm3), sistema tgv (único turbo de geometría variable), intercooler, inyección directa y admisión variable que desarrolla 224 CV entre 3.000 y 4.000 rpm con un respetable torque de 56 kgm entre 1.250 y 2.750 rpm.
En la unidad se destaca la función Overboost que, tal como adelantamos, es ideal para sobrepasos en ruta, maniobra crítica que, en este caso, se ve favorecida con una veintena de CV adicionales que no vienen nada mal…
En Argentina y por el momento, el motor V6 solo se acopla con la caja A8 (la alemana ZF, con levas al volante y modo secuencial), mientras que la tracción es la habitual 4Motion de acople automático, con un sistema “inteligente” que reorienta el torque a las ruedas delanteras cuando detecta que las traseras pierden adherencia. Cuenta con bloqueo de 4×4 por debajo de los 50 km/h y no trae caja reductora.
En la prueba sobre el asfalto de la pista de aterrizaje y despegue del Escuadrón 602 de aviación del Ejército Argentino, pudimos comprobar las virtudes que ya habíamos advertido en ocasión del breve contacto que tuvimos con la Amarok V6 en ocasión de la presentación del modelo 2017 en El Calafate.
Se destacó el Launch Control (desactivando el control de tracción, se aplica el modo secuencial y se pisa el freno con la zurda, mientras que con la pierna diestra se acelera a fondo. El sistema percibe la gestión del LC, estabiliza el régimen del motor en unas 2.500 rpm y luego…solo hay que dejar de frenar…).
De esta forma, se orillan los ocho segundos para ir de 0 a 100 km/h, una performance digna de un deportivo, lo que se confirma con una máxima que supera los 190 km/h.
Ágil y precisa en el cambio de dirección que propuso un sector de slalom; impecable frenando, tanto sobre mojado, como con dos ruedas sobre asfalto y dos sobre el pasto, la Amarok V6 demostró gran aptitud para hacer fáciles maniobras que se anticipaban algo comprometidas.
La segunda parte de la prueba fue más extensa y divertida. A través de la cual, recorrimos insospechados vericuetos de Campo de Mayo, en un trazado off-road implementado para la ocasión.
Divertida y bastante completa exigencia donde menudearon, varios sectores con barro muy “chirlo” (liviano y resbaladizo), profundos ‘huellones’ que dejaron seguramente marcas en la panza de la Amarok, trepada impresionante de 45º, desniveles de varios tipos (cauces profundos de arroyitos, traza con grandes cortes, etc), senderos con mucha inclinación lateral (buen comportamiento del chasis y las suspensiones), barro más pesado y “pegajoso” fueron superados con bastante solvencia por la Amarok, a pesar que los neumáticos que calzaron estas V6, no eran el contacto ideal para estos tipos de terrenos.
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Convengamos que la Amarok no es un TT “hecho y derecho”, sin embargo, ofrece a través de sus numerosas ayudas a la conducción electrónicas, muy buenas posibilidades de lograr diversión, aventura y superar escollos del tipo medio, a los más desavisados conductores.
Parte de esto se entiende a partir de que, como dice el dicho, “el que mucho abarca poco aprieta”, lo que justifica estas limitaciones con fundadas ambiciones por extender sus posibilidades con sus otros argumentos y a otros segmentos, como puede ser el de los SUV, sugestivamente, el nicho que más ha crecido en el mundo en los últimos tiempos.
Esa polivalencia, que avala todavía más la presencia del poderoso motor V6, parece ser el verdadero objetivo de esta excelente y cara Amarok V6 que, de paso, se pone a cubierto de los rivales que llegarán a su propio segmento, sobretodo, de la Clase X de Mercedes (que ya se anticipó con motores V6) y de otros rivales que no vacilarán en apelar a motorizaciones más potentes para competir en una nueva etapa de lo que se propone como “una segunda guerra en el país de las pick ups”. Es lo que nos espera…

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