Industria Automotriz
BERLINA PRESIDENCIAL
UNA “BESTIA” ACORDE…
26/05/2017. …A los delirios y megalomanía de quien será su usuario principal, Donald Trump. Con sistemas de seguridad ultra-secretos; con rótulo Cadillac, pero “con muy poco que ver con esta”; con estructura de camión; tanque de combustible blindado; neumáticos a prueba de balas; acceso satelital, etc, etc. La nueva limusina presidencial acelera su fase de puesta a punto final con miras a la toma del poder del controvertido personaje en enero…
Brian Williams/Spybilde fotografió lo que supone ser “el Cadillac One” cerca del campo de pruebas de General Motors en Milford, Michigan, donde la última limusina presidencial, continúa su fase de desarrollo y pruebas, previo a lo que se presume como su “lanzamiento”, en la toma del cargo por parte de Donald Trump en enero de 2018.
Cuando el vehículo será dado a conocer al gobierno federal y a la opinión pública aún no está claro, aunque el contrato entre el Departamento de Seguridad Nacional y GM tenía una fecha de finalización que fue ampliamente superada: marzo de 2017.
David Albritton, director ejecutivo de desarrollo de productos globales de GM, manifestó que las obligaciones contractuales con el gobierno de Estados Unidos, le impiden a la empresa discutir los detalles del programa y menos aún, dar a conocer detalles sobre el vehículo que utilizará oficialmente el presidente de los EE.UU.
El mismo reemplazará a otro Cadillac, apodado "La Bestia", también creado por GM y entregado poco después de que Barack Obama ascendiera al poder en 2009.
Una nueva limusina presidencial es diseñada y construida cada cuatro a ocho años, con la marca Cadillac como la opción más prestigiosa y popular elegida por los últimos gobiernos.
La fase final de pruebas de la limusina definirá las características de estilo de acuerdo con la estética actual de Cadillac, algo que ya se puede advertir en el sector trasero y la parrilla que remite al sedan y se descuenta que el vehículo tendrá una estructura reforzada, similar a lo que el grupo utiliza en la línea de camiones comerciales de GM.
Sin embargo, lo que hay bajo la superficie es mucho más incierto, sobretodo porque la tecnología de los vehículos y los requisitos en materia de seguridad han cambiado drásticamente desde los primeros días de la administración de Obama y hasta el presente.
Como estará equipada esta “nueva Bestia” permanece en secreto y hasta se duda que alguna vez se conozcan sus detalles más sofisticados, aunque tal como la actual limusina presidencial de Trump, tendrá un tanque de combustible blindado, neumáticos a prueba de balas, sistemas de supresión de incendios y blindaje con nivel militar, encapsulado todo en fibra de vidrio de alta resistencia. Además, seguramente heredará de la limusina presidencial actual el acceso vía satélite cifrado, armas y suministros médicos diversos (hasta una especie de “quirófano ambulante”, con todo lo necesario para intervenciones con cierta complejidad).
En la elaboración de este vehículo nada ha quedado librado al azar, muy por el contrario, las medidas de seguridad cada vez suman más complejidad y sofisticación, cosa que, además de estar de acuerdo con los tiempos que corren, está en directa relación con la impopularidad del usuario principal…
................................................................................................................................................................
Cuando el vehículo será dado a conocer al gobierno federal y a la opinión pública aún no está claro, aunque el contrato entre el Departamento de Seguridad Nacional y GM tenía una fecha de finalización que fue ampliamente superada: marzo de 2017.
David Albritton, director ejecutivo de desarrollo de productos globales de GM, manifestó que las obligaciones contractuales con el gobierno de Estados Unidos, le impiden a la empresa discutir los detalles del programa y menos aún, dar a conocer detalles sobre el vehículo que utilizará oficialmente el presidente de los EE.UU.
El mismo reemplazará a otro Cadillac, apodado "La Bestia", también creado por GM y entregado poco después de que Barack Obama ascendiera al poder en 2009.
Una nueva limusina presidencial es diseñada y construida cada cuatro a ocho años, con la marca Cadillac como la opción más prestigiosa y popular elegida por los últimos gobiernos.
La fase final de pruebas de la limusina definirá las características de estilo de acuerdo con la estética actual de Cadillac, algo que ya se puede advertir en el sector trasero y la parrilla que remite al sedan y se descuenta que el vehículo tendrá una estructura reforzada, similar a lo que el grupo utiliza en la línea de camiones comerciales de GM.
Sin embargo, lo que hay bajo la superficie es mucho más incierto, sobretodo porque la tecnología de los vehículos y los requisitos en materia de seguridad han cambiado drásticamente desde los primeros días de la administración de Obama y hasta el presente.
Como estará equipada esta “nueva Bestia” permanece en secreto y hasta se duda que alguna vez se conozcan sus detalles más sofisticados, aunque tal como la actual limusina presidencial de Trump, tendrá un tanque de combustible blindado, neumáticos a prueba de balas, sistemas de supresión de incendios y blindaje con nivel militar, encapsulado todo en fibra de vidrio de alta resistencia. Además, seguramente heredará de la limusina presidencial actual el acceso vía satélite cifrado, armas y suministros médicos diversos (hasta una especie de “quirófano ambulante”, con todo lo necesario para intervenciones con cierta complejidad).
En la elaboración de este vehículo nada ha quedado librado al azar, muy por el contrario, las medidas de seguridad cada vez suman más complejidad y sofisticación, cosa que, además de estar de acuerdo con los tiempos que corren, está en directa relación con la impopularidad del usuario principal…
................................................................................................................................................................