Lejos quedaron las ambiciones de GM por convertir a su líder –Chevrolet- en una marca auténticamente global.
Como también sus aspiraciones por volver a pelear el liderazgo mundial como grupo, dejando el campo libre paras las aspiraciones de Toyota y VW.
GM pone de manifiesto, una vez más, una singular característica, como lo es abandonar escenarios a donde llegó, pregonando sus aspiraciones y alimentando la esperanza.
Más allá de las coyunturas particulares de cada caso –atendibles o no-, así también sucedió cuando se retiró de Argentina en 1978 (para retornar una docena de años después) y ahora que “desconsolidó” sus operaciones en Venezuela.
Sin embargo, la tendencia es mucho más aguda de lo que estos dos últimos hechos pudieron haber significado, porque ahora son regiones las afectadas por su marcha atrás y, precisamente, no son regiones despobladas las que abandona...
Luego de vender sus históricas marcas Opel y Vauxhall a PSA, literalmente, canceló su operación europea; se limitó al rol de importador en Rusia (solo para marcas y modelos top de su portfolio); se retiró de Australia y ahora, hace lo propio en dos mercados emergentes tan importantes como Sudáfrica y la India.

Realmente llamativo, especialmente, porque en este último país, en breve habrá casi tantas personas como en China (…y no van a ser pobres siempre) y donde hubo una inversión “planificada” de u$s 1.000 millones que poco menos que se esfumó sin haber logrado sus objetivos.
GM mantendrá su planta en Talegaon, que se dedicará a producir únicamente para exportación, así como el centro técnico en Bangalore, mientras que la planta de Halol se venderá a sus socios chinos de SAIC.
En lo que respecta a Sudáfrica, venderán sus instalaciones a Isuzu, algo similar a lo que se hizo en Europa, cuando le vendió toda la estructura a PSA.
Y la “operación salida” ya tiene fecha de definición, el último día de 2017 (31/12) finalizará oficialmente la venta de vehículos Chevrolet en ambos países.
La operación de retirada costará u$s 500 millones, que se esperan recuperar en un lustro a razón de u$s 100 millones por año.
No obstante, este aliciente confirma solo una cosa: GM ya no es –ni será jamás- lo que era…
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