Increíble definición tuvo el Rally de México, cuando el relativamente cómodo líder, Kris Meeke (Citroen C3), comandaba la prueba por 37s8/10 sobre Sebastien Ogier (Fiesta WRC) y en el transcurso del Power Stage, último tramo de la prueba, se salió del camino ingresando a un estacionamiento de autos del público asistente a la competencia.
Allí, el desesperado Meeke, comenzó a buscar la forma de salir, esquivando a los autos –golpeando a algunos, inclusive-, que estaban estacionados en forma irregular en cualquier lugar.
Luego de un breve y violento slalom, Meeke, encontró la salida y saltó nuevamente a la ruta, luego de haber perdido más de 20 segundos y poniendo en riesgo su primera victoria del año en el WRC.
Finalmente, el piloto norirlandés y su Citroen, cruzaron la meta, además, con un neumático pinchado, aunque conservando el primer lugar por 13s8/10 sobre un atónito Ogier quien, junto con el tercero –Neuville-, lo esperaban en la meta sin dar crédito a lo que estaban viendo en directo por televisión.
La secuencia con que ilustramos nos exime de más comentarios…
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