La introducción de Horacio Pagani disparó en quien suscribe el recuerdo de cuando, juntos, fuimos a ver un bloque similar que, bajo la dirección de Pagani y a manos de un entusiasta colaborador, iba rumbo a convertirse en la silueta del Zonda original, allá a mediados de los ‘90…
Al lado del establecimiento donde se pintaban los Bugatti EB-110 de Romano Artioli, antes de que la marca pasara a manos del grupo VW, un casi precario galpón, guardaba el fruto de las ideas del creativo santafesino en ese otro bloque, más precisamente, con el que comenzó la historia…pero esa ya es otra historia, hoy es el momento del Huayra Roadster.
“La persecución constante de la belleza es un concepto fundamental”, insiste Pagani, fiel a sus convicciones.
Y referido a este Roadster, “es un esfuerzo combinado para lograr una obra de arte, con inteligencia y pasión en topless”, abundó el constructor y casi sin pausa, comienza a bajar líneas sobre la filosofía del nuevo Huayra.
“Desde el comienzo del proyecto nos pusimos objetivos muy ambiciosos. El primero, desde el punto de vista técnico, fue hacer que el Roadster fuera más liviano que el Coupé, que ya era el hipercar más liviano a la venta en su momento”, y la realidad le dio la razón, con 1.280 kilos, es el primer roadster que es más ligero que su equivalente cupé entre los grandes deportivos del mundo.
“Esperamos que seis años de esfuerzo hagan sentir al cliente, racional y emocionalmente, tocado”, dice casi convencido de que su pasión deberá ser contagiosa.
Argumentos no le faltan, el Huayra Roadster tiene motor Mercedes-AMG V12/6.0 litros, biturbo, con 764 CV y 102 kgm de torque, lo que continúa haciendo a los autos del constructor argentino, en los únicos en el mundo que, fuera de Mercedes-Benz, utilizan dichos motores V12. Unidad a la que va acoplada una caja A7, con tracción trasera y cuya masa general es detenida por cuatro frenos de disco ventilados de 380 milímetros de diámetro, tanto adelante como atrás (adelante con caliper de seis pistones y atrás, de cuatro).
Se fabricarán sólo 100 Huayra Roadster, en la nueva planta de Pagani en Módena, a pocos cientos de metros de la fábrica original, todos vendidos en un día, de antemano, aún antes de conocerse la línea definitiva del modelo y con un precio de venta de 2.280.000 euros.
“Si pensamos que el Huayra Coupé es la personificación de la elegancia y las líneas atemporales, el Huayra Roadster fue concebido para ser su hermana rebelde, moldeada y hermosa, pero con los bordes afilados de las personalidades despreocupadas”, se regodeó Pagani, entre orgulloso y romántico, la obra en marcha lo avala...

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