06/02/2017. Con una tarifa televisiva estimada de u$s cinco millones por cada 30 segundos de emisión, la marca italiana hizo una movida promocional impresionante en EE.UU al presentar, en el marco de uno de los acontecimientos deportivos más importantes del mundo, dos videos que sintetizan, nuestros sueños de niños y, desde la pasión de la marca, sus valores salientes…
La inversión de Alfa Romeo en el Super Bowl llegó en un momento crítico en la historia de la marca, cuando los primeros Giulia comenzaron a llegar a los concesionarios en diciembre de 2016 y se está preparando para lanzar el SUV Stelvio este año.
Alfa Romeo regresó a los EE.UU. a finales de 2014, después de una ausencia de casi dos décadas, y está apostando a desafiar a las marcas alemanas (Giulia) y a seducir a una nueva generación de compradores (Stelvio) en uno de los escenarios más complejos, aunque atractivo, del mundo.
Por estas razones, la apuesta de la marca debía estar a la altura de la empresa, razón por la cual no tenía uno, sino dos, nuevos comerciales para el multimillonario Super Bowl, donde 30 segundos de publicidad televisiva, se cotizaban a alrededor de cinco millones de dólares!...
En el primero, el video comercial habla de las cosas que hemos soñado desde que éramos niños, como montar en dragones y autos voladores. También incluye lecciones de vida que muchos de nosotros aprendemos. Todo el tiempo, jugando con las imágenes de la infancia, la juventud y la veteranía de Alfa Romeo. La idea parece ser que Alfa Romeo, como empresa, ha aprendido las mismas lecciones de vida que las personas y que vale la pena descubrir todo esto a través de sus nuevos modelos.
El segundo video apunta más a las fortalezas de Alfa: el placer de la conducción, la pasión, y otras características clásicas de la marca en apretado cliché de la esencia italiana del producto. Propone al nuevo Giulia Quadrifoglio en algunos magníficos caminos montañosos, y a quien conduce que habla de cómo se siente el vehículo y de cómo disfruta y ama la experiencia (“si amas algo, déjalo libre…”).
La suma de ambos queda planteada como una declaración, que se hace cargo de su ausencia, pero que rescata los valores de la experiencia aprendida y la exaltación de los valores históricos de la marca.
