General Motors, al igual que sucediera con Ford hace algunos días atrás, reforzará su presencia en EE.UU tras las amenazas arancelarias recibidas por parte del presidente electo Donald Trump.
El grupo estadounidense anunció que invertirá u$s 1.000 millones de dólares en el país, y ampliará su gestión todavía más, trasladando parte de la producción que tiene actualmente en México, a sus plantas en el estado de Michigan.
Tras el anuncio de GM, Donald Trump no tardó en pronunciarse, haciéndolo vía twitter, donde se atribuye la creación de nuevos empleos en el sector automotriz estadounidense "inclusive antes de asumir el puesto".

GM comenzará a trabajar para producir los trenes de ruedas de la próxima generación de su pick up Silverado también en Michigan, lo que creará 450 nuevos puestos de trabajo. Esta actividad había comenzado a realizarse en la actualidad en el país azteca.
"A medida que el sector de manufacturas estadounidense aumenta su competitividad, seremos capaces de aumentar nuestras inversiones, lo que creará más empleos en EEUU con mejores resultados para nuestros clientes", explicó Mary Barra, consejera delegada de GM, evitando cualquier alusión a Trump.
Lo sugestivo del caso, es que el anuncio de GM llega un día después del último ataque de Trump a BMW, donde amenazó a la marca alemana con un “arancel aduanero” del 35% para todo vehículo que se produzca en el país vecino e intente ingresar a los EE.UU, sea de la marca que sea...
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