Según dijo Mark Fields, CEO de la marca, Ford fue "alentada por políticas de crecimiento", que tanto Trump como la nueva composición del congreso republicano, son proclives a seguir en el futuro.
Esto ocurrió tras meses de severas críticas por parte del presidente electo de EE.UU. sobre la expansión de la automotriz en sus operaciones en México que, se aseguró hoy, cancelará su inversión de u$s 1.600 millones para una nueva planta en San Luis de Potosí, México, a favor de invertir u$s 700 millones en su establecimiento de Flat Rock, EE.UU., para lanzar en este mercado 13 nuevos vehículos electrificados.
Los planes, en parte, incluyen una pick up F-150 híbrida, un Mustang híbrido y un SUV completamente eléctrico con una autonomía de alrededor de 480 kilómetros.

Otros modelos serían, un vehículo autónomo de alto volumen para el servicio de intercambio comercial, o montar una versión Transit Custom híbrida, y dos nuevos vehículos bajo la misma configuración para la policía.
Para avalar esta gestión, ahora Ford planea invertir u$s 700 millones y agregar 700 nuevos empleos directos en sus plantas de EE.UU. durante los próximos cuatro años.
Fields destacó, entre otros, a varios factores que tuvieron que ver en la decisión de la empresa por invertir en los EE.UU. y cancelando esa posibilidad para su planta de México. "Creemos que las reformas tributarias y regulatorias propuestas son críticamente importantes para impulsar la competitividad de EE.UU. y, por supuesto, fomentar el resurgimiento de la manufactura estadounidense y la incorporación de alta tecnología".
Sin embargo, no son pocos los que aseguran que Ford pudo haberse sentido intimidada por el presidente electo Trump, quien la amenazó con un arancel aduanero del 35% para todos los vehículos que importa desde México, así como renegociar o retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Esta mañana, Trump, también se dirigió a GM mediante un tweet, amenazando con imponer un "gran impuesto fronterizo" para el modelo Chevy Cruze hatchback que se hace en México.
En respuesta a esto, GM reiteró que sus Cruze mexicanos están destinados al mercado interno y que continuará fabricando el modelo en variante sedan en los EE.UU.
Volviendo a Ford, la marca también declaró, que está reorientando la producción del sedán Focus - que estaba destinada a la nueva fábrica mexicana- a su planta existente en Hermosillo, también en México.
Un portavoz del gobierno de este país, declaró que no había ningún comentario oficial después del anuncio de Ford, aunque no descartó que esto podría merecer una declaración más tarde.

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