Industria Automotriz
HISTORIA MODERNA
COMO FORD ACABÓ CON LA ORIGINALIDAD DEL KA
29/12/2016. Uno de los diseños más logrados en la historia y pionero de la marca, tuvo una primera generación que logró grandes éxitos, desde su concepción, ventas y premiaciones. La segunda comenzó a degenerar su esencia al compartir un 80 % de sus componentes con uno de sus rivales, el Fiat 500, aunque sin encanto. Veinte años después, la tercera generación Ka+, traiciona todos los parámetros reconocidos y valorados de la versión primigenia…
En 1996, el Ford Ka apareció jugando un papel clave en la historia europea de su creador y trajo una nueva generación de compradores a las concesionarias de la marca, pero ese espíritu se terminó, como la propuesta original del modelo.
El Ka ‘real’ murió en Europa en 2014, sin embargo, en Sudamérica, su agonía ya había comenzado en 2008 con la llegada de la segunda generación...
El auto “ciudadano” que hizo más que cualquier otro por el segmento en la década del ’90, excepto, tal vez, el original Twingo de Renault, se perdió entre las necesidades de la marca donde, ganar dinero, fue lo único a tener en cuenta...
El original Ford Ka salió a la venta con gran éxito en el otoño de 1996 en Europa y luego se difundió por todo el mundo. Convertido en el primer ejemplo de una generación de diseño completamente nueva conocida como New Edge, fue un concepto realmente pionero y crucial de Ford Europa.
No obstante, debajo de la chapa, estaba lejos de tener una maquinaria compleja pero, para la mayoría de las ocasiones, era más que suficiente, inclusive a pesar de un motor demasiado tranquilo (aunque, en Argentina, la versión 1,6 litros/ 95 CV era un auténtico cohete…en todo sentido). De todas maneras, era muy divertido de conducir y gratificante como posesión.
La fabricación de la segunda generación del Ka europeo, que se producía junto con su “pariente”, el Fiat 500, en Polonia, en realidad, se detuvo en abril de 2014.
Pero podría decirse que mucha gente, bien puede haber olvidado que alguna vez existió, incluso antes de eso, tal fue el cambio que el segmento “ciudadano” vivió en los últimos años.
Luego de Ka y Twingo, llegaron, el VW Up, el Toyota Aygo y varios otros modelos que reclaman atención, así como el nuevo Renault Twingo y el Smart Forfour, junto con una buena cantidad de alternativas de marcas coreanas y japonesas.
Pero, ¿cuántos de ellos estarían aquí, si el Ka original no se hubiese convertido en otra cosa muy alejada del New Edge, el lenguaje de diseño de Ford de hace 20 años?.
La primera generación del Ford Ka logró muchas cosas en muchos países diferentes durante los 12 años que permaneció en oferta, incluyendo numerosos premios de diseño y como “auto del año” en toda Europa.
Pero, sin duda, su mayor hazaña fue haber llegado a más de 1,4 millones de hogares, más de medio millón de los cuales estaban en Gran Bretaña.
Los europeos adoraron al Ka New Edge de primera generación, justo hasta que el último de ellos salió de la línea de producción en 2008. Por lo tanto, se podría decir que su sucesor se encontró bajo una presión sin precedentes.
La solución a la ecuación de Ford para buscar la manera de ganar dinero manteniendo la calidad, la llevó a unirse con Fiat y dividir los costos de desarrollo. Es por ello que el nuevo Ka compartió el 80% de sus componentes con el Fiat 500.
Sin embargo, esta segunda generación europea del Ka, en realidad, nunca pudo replicar a su predecesor e inclusive al seductor 500; como resultado, ahora Ford guardó su creatividad para otra ocasión, convirtiendo al original Ka del segmento b con tres puertas, en el más vulgar e insulso Ka+ de cinco puertas.
El Ka + es un auto como cualquier chico de cinco puertas, construido en la India y diseñado principalmente para satisfacer los gustos allí, en Medio Oriente y en Sudamérica, donde, desde la segunda generación, la historia había cambiado, con un desarrollo que anticipaba dramáticamente la cancelación del Ka tal como se lo había conocido y aceptado.
Es un auto totalmente pragmático, convencional y de aspecto conservador, ya que todas las opciones del negocio tienden hacia esas soluciones.
No podríamos decir que es un mal auto y, por supuesto, su presencia en cualquier escenario podría hasta permitir que el nuevo Fiesta sea mejor de lo que en realidad propone, aunque esta sea solo una referencia.
Creemos que la irrupción del Ka ofrecía mucho más que solo ser una referencia de otro modelo de la marca.
Su atrevimiento y originalidad, su impronta en el segmento “ciudadano” y su encanto, encendieron una chispa que murió con la primera generación y le cabe a Ford cuestionarse, primero, su renuncia a un segmento aún en crecimiento, para concluir en ‘que hubiese pasado de haber continuado la chispa encendida’, algo que la mayoría de sus clientes todavía se siguen preguntando…
........................................................................................................................................................