El Vienna Engine Symposium casi se deslumbró con el motor 6.0 W12 TSI del Grupo VW, sin embargo, una novedad que pasó algo más desapercibida, se llevó las palmas: el nuevo motor 1.0 TSI de alta potencia.
Con una potencia específica que rompe con lo convencional, este nuevo tricilíndrico de 1.0 litros, desarrolla una potencia de nada menos que 272 CV.
Fenomenal cifra extraída de un motor tipo EA211, que equipa a varios utilitarios de las marcas del grupo alemán.
Una espectacular potencia específica – superior a la de muchos superdeportivos que se precian de tales – que toma mayor relevancia a partir del potencial que anticipa y que demuestra las posibilidades que aún tiene el motor de combustión interna.
Una cota que hubiese sido imposible de alcanzar, sino fuera porque los turbos eléctricos vuelven a ser la respuesta…
272 CV y 27,5 kgm de par motor máximo, son cifras en las que no hubiésemos creído, apenas pocos meses atrás, de parte de un tricilíndrico.
Y que llegan de la mano del turbo eléctrico, que promete una revolución en el mundo de la combustión interna y cuyos primeros resultados concretos, ya se aproximan a las líneas de producción en masa.
Prototipos, demostraciones tecnológicas y motores experimentales al respecto, ya se cuentan ya por decenas.
La idea del turbo eléctrico es simple: en lugar de usar los gases de escape recirculados para forzar el ingreso de más aire en el motor, se hace girar la turbina mediante un potente motor eléctrico. El resultado es una mayor potencia y una reducción importante del famoso ‘lag’ o retardo en la respuesta a la aceleración.
Esto es fundamental en motores de alta potencia específica, donde son necesarios turbocompresores de un tamaño considerable y suele haber una sensible demora en la reacción del turbo.

El turbocompresor que equipa este VW 1.0 TSI de alta potencia es eléctrico y de geometría fija, sin necesidad de recurrir a sistemas de doble sobrealimentación o geometría variable.
Todo apunta a que se tratará solo de un desafío tecnológico, sin embargo, también podría ser un ‘as en la manga’, dispuesto en el estante y listo a entrar en acción no bien las necesidades lo requirieran.
Además del turbo eléctrico, el pequeño 1.0 TSI – cuyos parientes cercanos, lo dijimos, equipan a varios modelos de las marcas del grupo- propone una serie de tecnologías heredadas del VW Polo WRC que no se especificaron todavía.
Está claro que para lograr semejante potencia específica en un motor tan pequeño hacen falta refuerzos internos en el motor. Y en este caso, vienen de la mano de una nueva cobertura en varios de los componentes internos del propulsor.
Todo se inicia con un singular proceso denominado “laser-roughening” – algo así como “endurecimiento láser” – con el cual se consigue una menor fricción interna en ciertos lugares del block y, por lo tanto, una mayor eficiencia, así como una mayor potencia.
Aunque se trata de un motor destinado a ser una demostración de capacidad tecnológica, su diseño integral o algunos de sus avances, pronto podrían advertirse en la producción en masa.
Si pensamos que Audi está trabajando muy fuerte con combustibles sintéticos y en las posibilidades de este pequeño gigante de 272 CV, no sería descabellado suponer, además, que de la mano de estas nuevas tecnologías, el motor de combustión interno bien podría tener una nueva oportunidad.
Por de pronto, la nueva unidad TSI 1.0, ya se anticipa para, algunos Concepts muy futuristas, extenuantes raids bajo condiciones extremas de calor y frío, pruebas de eficiencia con altos niveles de exigencia y hasta algunos se atreven a mencionar una especie de SuperUp!, como ‘el juguete rabioso’ que podría recibirlo.
.............................................................................................................................................