El conflicto supone paros esta semana en seis fábricas del grupo en territorio alemán: Brunswick, Emden, Kassel, Salzgitter, Wolfsburgo y Zwickau, lo que implica que unos 27.700 trabajadores se quedarán sin nada que hacer o cumpliendo horario de trabajo acotado, actitud que ya generó la detención de la producción del Golf y el Passat desde el sábado pasado.
Los proveedores citados son CarTrim (asientos) y ES Automobilguss (transmisiones), ambos del grupo Prevent.
Este grupo tenía un acuerdo por la fabricación de asientos para el año que viene por un valor de 500 millones de euros, que VW canceló sin dar explicaciones, ni ofrecer compensaciones.
Prevent hizo hincapié en las inversiones que debió realizar para cumplir con dicho contrato y exige 58 millones de euros para zanjar el problema.
VW se niega a pagarlos y acudió a la corte del distrito de Brunswick, que determinó la obligatoriedad de ambos proveedores a seguir suministrando piezas, orden que, hasta el momento, no fue cumplida por estos.
Los proveedores se quejan de que la reducción de costos interna que se ha propuesto el grupo VW, se está externalizando a sus proveedores, a partir de su fuerte posición en el mercado automotriz.

Y esto indica a las claras que los costos del ‘Emisiongate’ van a ser más elevados de lo previsto…Las previsiones de VW, calculando unos 18.400 millones de euros para hacer frente a demandas, multas, compensación a autoridades, etc, al parecer no serían suficientes.
Aunque los beneficios del grupo siguen siendo buenos, VW apuesta a una racionalización de su gama para reducir los costos en unos 1.000 millones de euros, y así poder desviar más dinero hacia los distintos frentes de conflicto abiertos que el grupo tiene en EE.UU, Europa y Corea del Sur, lista que podría engrosarse con más países que podrían sumarse a los reclamos.
Según cálculos de varios expertos, la paralización de la fabricación del Golf en Wolfsburgo le puede costar a VW unos 100 millones de euros semanales, un problema que se suma a las dificultades que tiene por el escándalo en la manipulación de las emisiones de los motores diésel, descubierto en septiembre del año pasado y que afecta a 11 millones de vehículos en todo el mundo.
Hoy lunes, está previsto un crucial encuentro entre representantes de VW y de las dos empresas proveedoras para intentar encontrar un arreglo al conflicto.

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