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NOSTALGIA
UN ALFA DE RECORD
09/08/2016. Este magnífico Alfa Romeo 8C 2.900B Lungo Spyder 1939, carrozado por Touring, que supo rivalizar con los hermosos Bugatti 57SC Atlantique y Mercedes 540K hasta en una tortuosa historia que lo llevó por Brasil y a montar un motor Corvette, podría encontrar un destino bastante más confortable acunado por millones de dólares que pagarán por él en la próxima edición de Pebble Beach…
Se trata de un Alfa Romeo 8C Spider muy raro, sobre el cual, la casa de subastas RM Sotheby, asegura que, al día de hoy, sólo hay contabilizada una docena de unidades que están en condiciones y funcionando en todo el mundo.
En su momento, fue calificado como el deportivo convertible más avanzado de su época. Una especie de contrapartida italiana al 57SC Atlantique del genial Ettore Bugatti y al elegante y lanzado 540K de Mercedes.
Cualidades que se tendrán muy en cuenta cuando, como ocurre desde hace más de 25 años, la tradicional subasta de autos clásicos y deportivos que RM Sotherby realiza en Monterey, California, en el marco de Pebble Beach Concours D'Elegance (20 de agosto próximo), reúna a algunas de las más impresionantes piezas de colección sobre ruedas.
Hace unos días, informábamos sobre la presencia en ese mismo escenario, y con idéntico fin, del BMW 507, recién restaurado por BMW Group Classics, que perteneciera a Elvis Presley y ahora, este singular Alfa, sumará prestigio y prosapia a una muestra destacada como una de las más importantes del mundo.
Cuando fue lanzado al mercado en 1939, el Alfa 8C 2900 era considerado el deportivo más avanzado del mundo, superando inclusive a todos los Duesenberg de la época.
Utilizando uno de los 32 chasis del 2.900 elaborados por Alfa Romeo y carrozado luego por Touring (es tan solo uno de 12 Spider fabricados por este carrocero), esta versión ‘larga’ monta un ocho cilindros en línea, de 2.905 cm3, supercargado, que desarrolla 180 CV y trae una caja M4.
Sin embargo, esta unidad en particular, cuenta una singular historia que, en cualquiera de los casos, solo la engrandece. Se desconoce que sucedió en sus primeros 10 años de existencia, hasta que en 1949 desembarcó importado en Brasil, logrando una victoria en una carrera de autos Sport en Interlagos ese mismo año, bajo la conducción del piloto local Mario Tavares.
Los reportes que luego se conocieron, indican que, en los años siguientes, el auto fue radicalmente modificado. Su chasis fue recortado y se le montó un motor Corvette V8, retornando a Europa en 1972. Finalmente, en 1990, viajó a EE.UU, donde fue restaurado por el experto Tony Merrick.
En 1999 participó en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, donde terminó segundo en su categoría. Y ahora, vuelve a la costa californiana para ser subastado por la Sam & Emily Mann Collection. Si se alcanza el precio proyectado, ingresará a la selecta lista de la media docena de autos más caros de historia, que sigue liderada por la Ferrari 250 GTO de 1962, subastada en 2012 por algo más de u$s 38 millones de dólares.
Por de pronto, los entendidos en este singular mundillo de los clásicos, no aseguran menos de u$s 25 millones, lo que justificaría plenamente su inclusión en la exclusiva lista.