Este singular y raro 4x4 está basado en el Toyota Land Cruiser versión corta (mide 4m67 de largo) y a diferencia de la mayoría de los SUV que pulula en modo creciente por ahí, es un TT ‘hecho y derecho’, como el mismísimo Jeep Wrangler.
Hasta lo emparenta un diseño retro que hereda del FJ40, base y razón de su existencia.
Su fabricación se inició en 2006, en 2010 presentó la versión con volante a la derecha, en 2014 se retiró del mercado norteamericano y dejó de fabricarse con volante a la izquierda, centrándose su comercialización en su país de origen, Japón, hasta el presente (también se produjo en China).
Las ventas fueron muy interesantes al principio, pero luego declinaron rápidamente, como consecuencia de la constante evolución que sufrió el mutante concepto 4x4/SUV/Crossover.
La fábrica de Japón atiende pocos pedidos en la actualidad, principalmente en la zona del sudeste asiático y Oceanía, y se va a dejar de fabricar definitivamente en agosto de este año.
En la actualidad, un Todo Terreno con un motor naftero V6/4.0 litros (270 CV) que difícilmente rinde más de 7,5 kilómetros por litro, es difícil de justificar aunque, probablemente, con un motor TDI adecuado, podría haber prolongado su vigencia.
Más allá de alguna alternativa especial, su presencia solo se justificaba a través de nichos demasiado limitados, casi curiosos, con cultores que, poco a poco, comenzaban a desparecer, como ahora le toca hacerlo a este FJ Cruiser, que se llevará consigo el nada despreciable mote de ‘Wrangler japonés’.