Debutó oficialmente en Ginebra un nuevo integrante de la familia Audi, orientado a una rebuscada “deportividad urbana”, que solo se justificaría por los baches y obstáculos que caracterizan a las calles de nuestro país, aunque no creemos que lo hayan diseñado y elaborado pensando en Argentina…
Para esa ambigua gestión y pensando en los usuarios jóvenes –al parecer, los únicos merecedores de ideas originales y alternativas novedosas- Audi propone este Q2 de solo 4m19 de largo y 1205 kilos que, además, y como verdadero valor agregado a la inauguración de una nueva familia, presenta varios nuevos rasgos de diseño.
Caracterizados por una parrilla de nueva sección (hexágono deforme), grandes tomas dinámicas inferiores, pilares “C” de otro color -recuerdan el estilo del deportivo R8- y ópticas traseras con nuevo dibujo.

La única posibilidad de configuración del Q2 es cinco puertas y cinco plazas, con un portón trasero de gran tamaño para permitir un acceso cómodo y simple.
Mecánicamente, hay varias posibilidades, tanto en materia de motorizaciones, como de trenes de transmisión; con tres propulsores nafteros con tecnología TFSI, 1.0/116 CV, 1.4/150 CV y 2.0/190 CV y tres TDI, 1.6/115 CV, y 2.0 con dos alternativas, 150 y 190 CV.
Las transmisiones son M6 y A7 (S-tronic doble embrague y solo reservada para las unidades con motores nafteros y TDI 2.0 litros, que también son los únicos destinatarios de la tracción quattro).