Belleza y personalidad, exigente combinación que siempre fuera tan bien interpretada por los maestros esteticistas italianos, alcanza uno de sus máximos niveles en esta Maserati, con el valor agregado de que, esas virtudes tan tradicionales de la cultura automotriz peninsular, no hacen parecer a la Levante como una pieza de museo, sino todo lo contrario, en un claro ejemplo de que las cosas bien logradas no tienen tiempo…
Pero esta Levante, no solo es un alarde estético de alto nivel, ya que tecnológicamente, también pretende destacarse.
Todas las versiones de la Levante contarán con suspensiones muy sofisticadas, basadas en amortiguación controlada y cámaras de aire adaptables; sistema de accionamiento P4 en todas sus ruedas y caja A8.
La marca también adelantó que la ofrecerá con una verdadera selección en materia de motorizaciones, con unidades nafteras y diesel, desde el preciso momento de su lanzamiento en el próximo Salón de Ginebra.
La versión Levante “350” y la “430” utilizarán el mismo motor naftero V6/3.0 litros (el mismo que utilizan Ghibli/Quattroporte) con esas mismas potencias que las identificarán.
Según fábrica, la primera de ellas, hace 0-100 en 6s3/10 con una máxima de 243 km/h; mientras que la segunda, logra el 0-100 en 5s2/10 y desarrolla 264 km/h de máxima.
La versión tdi (también V6/3.0 litros) demora 6s9/10 para ir de 0 a 100 km/h y logra una velocidad tope de 230 km/h.

Las posibilidades de la Levante crecerán si, tal como se insinúa, incorpora el V8 de la Quattroporte, en una versión tope de gama.
Por último, si bien no estará desde el comienzo, está prevista una variante híbrida plug-in para bien entrado el año.
Volviendo a la estética, ya que los principales detalles de este SUV serán conocidos recién a partir de su debut en Ginebra, nos deja ver una singular combinación de escultura y dramatismo.
Una parrilla atrevida aunque familiar, faros tajantes y grandes tomas dinámicas, identifican a un frontal al que le pone remate un capot muy bien esculpido.
Ventanillas sin marco que aligeran la silueta, pequeñas branquias en los guardabarros delanteros y el infaltable tridente en el pilar “C”, caracterizan la vista de perfil.
Mientras que, un hermoso deflector superior (con luz de stop incorporada) y cuatro salidas de escape, destacan a un sector trasero integrado a la belleza general.
Además del primer SUV en los 102 años de historia de Maserati, el lanzamiento de esta Levante aparece como un punto de inflexión de la que, probablemente, sea la marca más tradicional y excelsa (junto con Lancia) de FCA.
Instancia clave que la posiciona a la par de las Premium del momento (Porsche Cayenne, BMW X5, etc) y enfocada como para brindarle a la marca ese delicado equilibrio entre exclusividad y beneficio que se busca.