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¿LOS 4X2 SERÁN LOS NUEVOS REYES DEL DAKAR?

21/01/2016. Quince años después, nuevamente, un buggy con tracción simple –Peugeot 2008 DKR- dominó en la aventura más grande del deporte motor. Reglamento, escenario y circunstancias lo hicieron posible…

En su afán de brindarle posibilidades a otras marcas y conceptos la organización del Dakar determinó, hace varias temporadas, un lastre de 100 kilos, una reducción en el recorrido de las suspensiones de 30 mm y una brida limitadora para los Mini con tracción integral.
Esto, sumado a un terreno que, si bien en principio iba a tener un kilometraje mucho más largo de zonas desérticas con bastante más arena y dunas (la primera parte de Perú) lo cual, en teoría, favorecería la gestión de los buggy como el Peugeot 2008 DKR, al suprimirse esos tramos por la renuncia peruana, parecieron condenar las posibilidades del 4x2 de Peugeot.
Sin embargo, este se comportó mucho mejor de lo esperado en los caminos marcados tipo rally con suelo de base firme como los que propuso la primera parte del Dakar por trazados cordobeses, del noroeste argentino y de Bolivia.
Y cuando llegó el turno de los arenales y las dunas de Catamarca y La Rioja (etapa 10), el concepto 4x2 poco menos que arrasó, definiendo la carrera en forma contundente a su favor, tres etapas antes de la finalización de la prueba, vía Peterhansel.

A esta altura, mucho nos acordamos de lo sucedido en 1999 y 2000 en Africa, cuando el Buggy Schlesser Original 4x2 de Jean-Louis Schlesser, batió al poderoso equipo Mitsubishi que con sus Pajero/Montero 4x4 había dominado en los dos años anteriores.
En aquella ocasión, el Granada-Dakar (1999) y el París-Dakar-El Cairo (2000) casi presagiaban un triunfo del binomio francés, al proponer abundantes caminos desérticos con base firme, mucha arena y dunas, donde la agilidad, velocidad y bajo peso del Buggy Schlesser eran sus mejores cartas de triunfo, tal como sucedió.
Sin embargo, en el Dakar 2016, el trazado estaba más equilibrado entre caminos tipo rally (donde se suponía que los Mini 4x4 prevalecerían) y los recorridos abiertos con dunas arenosas (escenario para lo cual fueron diseñados los 2008 DKR).

El Buggy Schlesser 4x2 dominó en 1999 y 2000...
No obstante, los Peugeot 4x2 anduvieron muy bien en ambas superficies, mostrando un equilibrio envidiable, buena tracción y velocidad superior, lo que, sumado a un nivel de pilotos de primerísima línea, estableció las diferencias.
“Para revertir la situación, el reglamento tendría que dar marcha atrás y sacarle los 100 kilos, devolverle los 30 mm de recorrido de suspensiones y permitirle una brida mayor a los Mini, si no, no creo que se les pueda ganar a los buggy Peugeot” , nos decía hace algunas horas atrás Orly Terranova en la autocrítica que ensayó en este espacio.
El mendocino, además, aclaró lo sorprendido que estaba por el rendimiento de los neumáticos especiales de 37” que Michelin fabricó para el buggy francés, gomas que, según Terranova, “les permiten frenar mejor, mucho más adentro de las curvas, salir mejor y se comportan muy bien en la arena, favorecidos por el sistema de inflado-desinflado desde a bordo”.
A grandes rasgos, las razones del sorpresivo dominio de Peugeot dejan de sorprender tanto y, en una disciplina donde cada marca poco menos que tiene su propio reglamento particular, no debería ser demasiado complejo tratar de equiparar las posibilidades de conceptos tan disímiles como son los de los principales protagonistas del Dakar, salvo que, algún interés particular que ignoramos prefiera que las cosas sigan como terminó el último Dakar.

Por lo visto en el Dakar 2016, de no retocarse el reglamento, el dominio de Peugeot sobre los 4x4 podría continuar...

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