“Estamos muy ansiosos de hacer algo concreto con la idea que lanzamos con el prototipo HCD-15 hace un año en Detroit”, manifestó uno de los máximos responsables de productos para EE.UU de Hyundai.
“El trabajo de factibilidad de la parte ingeniería se ha hecho y ya está avanzado el estudio de su comercialización”, adelantó el vocero.
Claros indicadores de que solo faltaría la venia de consejo gobernante de la marca para que Hyundai tenga su primera pick up, en principio, destinada al mercado más tentador del mundo, los EE.UU.
De mantenerse la silueta original, la nueva Santa Cruz sería un vehículo compacto, similar a la Honda Ridgeline, aunque más chica y destinada a un público joven, con mucha vocación deportiva en actividades tipo, surf, kayak y diversas alternativas de off road.
En caso de aprobarse definitivamente la producción de la Santa Cruz, es muy probable que comparta la base del crossover Tucson, vehículo que promedió unas 50.000 unidades/año en las últimas temporadas, por lo que no sería raro que el nuevo producto pueda igualar, e inclusive superar, la performance del Tucson.
Por otra parte, en caso de concretarse su producción, la Santa Cruz, además, será el primer diesel de la marca que desembarcaría en los EE.UU, algo que según el inquieto vocero de la marca, “brindaría una economía de combustible excepcional, buen torque y gran agilidad”.