Nueva Delhi es una de las metrópolis más extendida y poblada del mundo, rodeada por barrios ubicados, prácticamente, en toda su periferia, lo que hizo que proliferaran gran cantidad de callejuelas en medio del hacinamiento general.
Para moverse por ellas, no queda otro remedio más que el empleo de unidades particulares, ya que el transporte público no puede ingresar por sus vericuetos.
Esto hizo que se incrementara notablemente la cantidad de vehículos, detectándose niveles de contaminación 40 veces superiores a los recomendados por la OMS.

Por esta razón, el tribunal supremo de India, anunció la prohibición de la venta de vehículos nuevos de cualquier tipo impulsados por motores diesel de 2.0 litros y más y el ingreso a la ciudad de camiones con similar propulsión de más de 10 años de antigüedad, medida a la que se le sumó la duplicación del valor del llamado impuesto verde, credencial que habilita para el ingreso y circulación por la urbe india.
Esta medida afectará directamente a varias marcas Premium, que comercializan distintas unidades con motores diesel de las características citadas y a varias indias que tiene productos impulsados por similar propulsión, entre ellos, varios TT de Tata y Mahindra.