Además de los beneficios que brinda en materia de emisiones de CO2, un V8 biturbo como este de 4.0 litros que equipará al futuro Lamborghini Urus (se lanzará en 2018), tiene sentido por el amplio rango de entrega de potencia, comenzando por el buen par motor que le brindará al nuevo SUV su verdadera credencial de TT y por la potencia tope, que será acorde a la filosofía deportiva de los autos de la marca.
Según los responsables de Lamborghini, el torque del motor será fundamental para “salir de las situaciones críticas que se le podrían presentar a un SUV Super Sport como el Urus fuera de la ruta”.
Este punto clave determinó la elección por un V8 biturbo que, además, es más liviano, con mayor eficiencia de combustible que los grandes V10 y V12 utilizados en otros vehículos de la marca y también será más elástico.
El motor será montado exclusivamente por el Lamborghini Urus y será el más poderoso de su clase, “con la capacidad para entregar potencia y par motor correctos en función de la transmisión y los reglajes de chasis que se utilicen para que, además de un SUV Premium, sea un verdadero Lamborghini”.