El escape doble en el centro del vehículo, un difusor trasero diferente y la ausencia de alerón, sugieren que esta podría ser la versión más genuina de la silueta 911.
Y homenajeando a la versión original que propuso uno de los más emblemáticos, sino el más, vehículo deportivo de la historia, se espera que esta nueva variante “R” reedite el espíritu de aquel de 1967 convirtiéndose, además, en un modelo incorporado en forma permanente a la profusa familia 911, y no simplemente en una edición especial.

Con el 911 “R”, la marca pone énfasis en el simple placer y disfrute de la conducción, lo que implicaría un cambio radical respecto a los superestables RS y GT en sus versiones de calle.
Esta nueva versión no se diseñó para bajar tiempos de vuelta, ni para ir y venir de casa todos los días, en su lugar, se buscó maximizar las sensaciones, a través de respuestas directas que le permitan interaccionar con el conductor.
Así se entiende el regreso a una caja manual –de la gama 911 GT-, la adopción del motor 3.8 litros aspirado normalmente, reducción de adherencia, neumáticos con menos grip y un chasis con menor agarre para exaltar la dinámica orillando los límites…

Rod Duke