Luego de un cierto tiempo lejos de los deportivos de alto rendimiento, Honda, en este caso a través de su subsidiaria Acura (marca utilizada en EE.UU, Canadá y Hong Kong desde 1986), reflota su concepto NSX con una actualización general que la reposiciona en el nicho.
Estéticamente atractiva, la cupé NSX, pone fin a una larga espera donde no faltaron múltiples prototipos que, de una manera u otra, adelantaban que si bien ninguno era definitivo, en Honda nadie se había olvidado del atractivo concepto que fuera bautizado como La Ferrari Japonesa, habida cuenta del notorio parecido que había entre la NSX original y la 512 Testarossa de Maranello.
Esta nueva generación de la cupé superior de la marca revive, tal como era entonces, un producto para uso cotidiano, pero con nervio deportivo, tanto como lo sugiere un 0-100 de apenas 2s9/10 y donde sorprende una velocidad declarada por fábrica de 305 km/h!!!...

Para alcanzarlo, la NSX recurre a la hibridación, acompañando un V6/3.5 litros biturbo de 500 CV con dos motores eléctricos de “más de 70 CV”, lo que consigue una entrega conjunta de casi 580 CV.
La disposición del primero, ubicado en posición trasera central, le permite operar sobre el tren trasero, mientras que los dos eléctricos, trabajando en paralelo actúan sobre el delantero, lo que le brinda, también, tracción integral.
Un tercer motor eléctrico, además, ayuda al motor para mejorar el par a bajas vueltas, mientras aguanta que los turbo entren en acción a régimen más elevado.
La nueva NSX no hace soñar con competencia directa frente a los hipercars del momento (Porsche 918, LaFerrari, McLaren P1, etc), sin embargo, no se queda tan atrás como para que no se lo considere un supercar con todas las letras… y mucho más accesible!.