El lanzamiento de la nueva Berlinetta F12tdf mostró el primer indicio de que la presentación realizada ante la Comisión de Bolsa y Valores, donde quedó expuesta la intención de la icónica marca de llevar de 7.000 a 9.000 unidades/año su producción para 2019, iba rumbo a convertirse en realidad.
La Berlinetta F12tdf (por Tour de France, aunque nada que ver con la icónica prueba ciclística, sino con la versión automovilística, que se corría por los 50-60 y que era poco menos que un feudo de Ferrari) representa, más que un derivado de la Berlinetta F12, poco menos que un nuevo modelo, con 40 CV más (ahora 780 CV), estética totalmente revisada y más de 120 kilos por debajo de aquella, se ajusta perfectamente al plan previsto para incrementar la cifra.
Estrategia que apunta a lanzar un nuevo modelo cada año hasta 2018, a partir de un sistema modular con estructura espacial de aluminio, que serviría de punto de partida para dichos vehículos.
Si bien Sergio Marchionne, inicialmente, se comprometió a mantener el volumen actual de 7.000 unidades/año, luego de convertirse en presidente de Ferrari, comenzó a considerar las posibilidades de llevar el número hasta cerca de las 10.000 unidades y este podría ser el primer paso.

Una situación económico-financiera buena y el inminente lanzamiento a la venta del 9% de la compañía por un valor aproximado a los u$s 10.000 millones, son un escenario tentador para encarar esta nueva etapa.
A lo que se suma, una creciente demanda de mercados emergentes y una mayor capacidad de gasto de los compradores ricos.
Marco en el cual, las ventas adicionales que se generarían con el aumento de la producción, significarían un gran impulso a las ganancias de todas las partes involucradas.
Si bien el panorama es muy alentador para llevar adelante esta nueva etapa en la vida de la legendaria marca, no son pocos los que ven en esto una especie de vulgarización que afectaría la imagen del Cavallino Rampante.
Precisamente, todo lo opuesto, la garantía de la exclusividad, es uno de los argumentos más sólidos donde se cimentó el éxito de la marca y la premisa máxima defendida por la conducción anterior encabezada por Luca di Montezemolo.