Industria Automotriz
SE VENDE EL 9% DEL CAVALLINO
Y PIERO SERÁ EL MULTIMILLONARIO HIJO DE FERRARI…
13/10/2015. Cuando la venta se produzca, Piero Ferrari (70, foto principal) tendrá una fortuna de u$s 1.300 millones producto de su participación en el 10% de la compañía…
“Mi padre estaba en lo cierto, no creo que su prohibición para que me subiera a sus autos, me dejara sin algo importante. Nunca hubiera sido un piloto de carreras y, seguramente, tampoco lo hubiera sido de F1”.
Piero Ferrari, en su libro "Mi Padre Enzo", respondió la que, tratándose de quien se trata, probablemente sea la pregunta del millón en el verdadero sentido de la palabra.
De esta forma, también ahuyentó cualquier especulación sobre un probable resentimiento contra su padre, el Gran Enzo, quien, para proteger a sus hijos de los peligros de las carreras, ordenó a los empleados de su fábrica que no los dejaran sentar siquiera en los autos del equipo, para que no se le disparen los sueños hacia una actividad de la cual el provenía y conocía muy bien.
Hoy, a más de 50 años de aquella decisión de su padre, el legado Ferrari está a punto de convertir al hijo del fabricante más icónico de la historia, en un multimillonario.
Será cuando salga a la venta, en breve, el 9% de las acciones de la compañía, lo que acrecentará notoriamente una fortuna que, se estima, alcanzará los u$s 1.300 millones, producto, entre otras cosas, de la propiedad del 10% de la compañía que fundara su padre.
Una compañía que, con el tiempo, se transformó en productora de bienes de lujo globales, algo en lo que muy pocas empresas han tenido éxito.
A pesar de su presencia regular en los boxes de cualquier circuito donde corra una Ferrari de F1 Piero es, por sobre todas las cosas, un ferviente defensor de todo lo relacionado con el legado de la compañía y hasta se muestra feliz con aquella decisión, que le impidió tentarse con lo que fue la gran pasión de su emblemático padre.
Piero Ferrari, en su libro "Mi Padre Enzo", respondió la que, tratándose de quien se trata, probablemente sea la pregunta del millón en el verdadero sentido de la palabra.
De esta forma, también ahuyentó cualquier especulación sobre un probable resentimiento contra su padre, el Gran Enzo, quien, para proteger a sus hijos de los peligros de las carreras, ordenó a los empleados de su fábrica que no los dejaran sentar siquiera en los autos del equipo, para que no se le disparen los sueños hacia una actividad de la cual el provenía y conocía muy bien.
Hoy, a más de 50 años de aquella decisión de su padre, el legado Ferrari está a punto de convertir al hijo del fabricante más icónico de la historia, en un multimillonario.
Será cuando salga a la venta, en breve, el 9% de las acciones de la compañía, lo que acrecentará notoriamente una fortuna que, se estima, alcanzará los u$s 1.300 millones, producto, entre otras cosas, de la propiedad del 10% de la compañía que fundara su padre.
Una compañía que, con el tiempo, se transformó en productora de bienes de lujo globales, algo en lo que muy pocas empresas han tenido éxito.
A pesar de su presencia regular en los boxes de cualquier circuito donde corra una Ferrari de F1 Piero es, por sobre todas las cosas, un ferviente defensor de todo lo relacionado con el legado de la compañía y hasta se muestra feliz con aquella decisión, que le impidió tentarse con lo que fue la gran pasión de su emblemático padre.