El segundo raid más importante del mundo después de Dakar, mostró esta vez un nivel y una jerarquía que, salvo por las ausencias de los Kamaz y de algunos protagonistas en Autos (Peterhansel, Roma, Terranova…) no tuvo nada que envidiarle al clásico de la especialidad.
Lo habíamos anticipado a horas de largarse.
Presencia oficial de Honda, KTM, Yamaha, Sherco y Husqvarna en Motos; lo propio con el X-raid (Mini), Peugeot Sport (Peugeot) y Overdrive (Toyota) en Autos y los oficiales de Iveco (De Rooy) y Renault en Camiones le brindaban un marco muy prometedor.
Marco que, desde el punto de vista argentino, adquiría todavía una importancia mayor a partir del debut del “Coyote” Villagra en Camiones (acompañado por Perez y Memi) con un Iveco de De Rooy; Nazareno López, con un Mini del X-raid y los motociclistas Kevin Benavides y Paco Gómez…

Y a la jerarquía la avaló la sorpresa para hacer de este Rally de Marruecos una gran carrera.
Con el gran ritmo que impuso en los primeros tramos Carlos Sainz con el Peugeot, quien lideró con autoridad al cabo de los tres primeros parciales, en un terreno –es cierto- favorable para la configuración buggy, pero que también dejó en claro la evolución de la nueva versión 2016 del buggy 2008DKR.
No pudo seguir su tren el debutante Loeb (que raro suena decirlo así!) en un traumático estreno con Peugeot en el raid que incluyó, horas de espera por un auxilio, dos vuelcos y, al final, solo un poco de satisfacción…

Esta nueva confrontación de Peugeot frente a buena parte del elenco estable de la especialidad, los mostró muy mejorados en performance después del Dakar y de un triunfo en China, donde no tuvieron gran oposición.
Especialmente, porque en Marruecos batallaron de igual a igual con Toyota (De Villiers, Al-Rajhi, Vasilyev, Ten Brinke, etc) y enfrentaron al baluarte del X-raid (Al-Attiyah).
Finalmente, estos últimos, hicieron prevalecer experiencia, confiabilidad y su mayor número, probablemente, los mejores atributos para seguir avalando su candidatura para el Dakar que viene, más allá de las aspiraciones de Peugeot.

Y entre estos, el mayor referente fue, una vez más, Nasser Al-Attiyah que, con la Copa Mundial FIA en la mano, lanzó nuevamente su candidatura para el Dakar, argumentos y motivos, no le faltan…
En Motos, gran batalla en los primeros parciales entre Honda y KTM lo que, en este caso, fue Barreda versus Sunderland, mejor secundado este último con Walkner (que se jugaba a ser campeón de la Copa Mundial FIM) y el veloz Quntanilla.
En la misma y fatídica etapa tres, a la par que claudicaban las esperanzas del motor del Peugeot de Sainz, un fuerte golpe de Barreda (en principio, preocupante), poco menos que sentenciaba el resultado en las dos ruedas.

Donde, a la par de estos protagonistas y pocos más (Goncalves, Rodrigues…) brilló en su debut en este nivel de pruebas, el argentino Kevin Benavides.
Primero, integrándose y con el ritmo de los 10 primeros y luego, quizás lo más exigente, manteniéndose con ellos –ganando y perdiendo- pero nunca resignando sus aspiraciones. Llegando a un cuarto puesto final que debió de haber sabido a gloria, especialmente, por tutearse con semejantes rivales, especialmente, por tratarse de Africa…
Impecable 1-2 de KTM, victoria para Sunderland; en Marruecos, más cerca de Comá que Barreda y, además, con la corona de la especialidad para el efectivo Matthias Walkner, casi cartón lleno…

Un resultado ideal, sobretodo, por el Dakar que viene y como para demostrar que hay otra vida después de Comá.
En Camiones, siguieron las sorpresas.
Por el protagonismo de Renault con Van Den Brink, finalmente vencedores, y por la excelente gestión del “Coyote” Villagra debutando en la especialidad.
Un trabajo que comenzó con su liderazgo apenas al cabo de la segunda etapa, con problemas en los neumáticos que no le impidieron mantenerse en el podio durante el tercero y cuarto tramo, con su primer victoria en etapa, precisamente, en la cuarta y su tercer lugar al final.

Es cierto que la ausencia de los Kamaz puede llamar a confusión, aunque no lo es menos que, hoy por hoy, el equipo De Rooy con el que compitió Villagra, es la oposición más fuerte que tiene el poderoso team ruso y, precisamente, ese fue el ámbito donde “el Coyote aulló”…
Creemos que Marruecos propuso el mejor antecedente para el Dakar 2016.
Esa fue la idea para quienes tomaron esta como la última gran prueba previa al gran desafío y en casi 1.400 kilómetros de especiales, los hechos les dieron la razón.