La marca japonesa tiene por que preocuparse.
No le resultó grato que sus pick up Hilux y Land Cruiser 70 aparecieran abarrotadas de militantes armados en la mayoría de los videos promocionales que difunde el ISIS.
Ni tampoco fue agradable cuando ABC News informó que la oficina especial Financiamiento del Terror del Departamento del Tesoro de EE.UU, puso en marcha una investigación tendiente a averiguar como y porqué son tantas las unidades Toyota que llegan a manos de los combatientes.
A tal punto llegó el tema que, en Japón, la marca emitió un comunicado donde hace saber de su cooperación con dicha investigación.
No obstante, anticipa que no tiene idea de que manera sus productos llegan a poder de los militantes islámicos.
Según la marca, “es imposible para cualquier fabricante controlar todos los canales (ventas directas e indirectas, robo, reventa, transacciones, etc) a través de los cuales sus productos podrían llegar a los propietarios más impensados”.

El informe de ABC News –según informa Automotive News- destaca que, en los videos del ISIS, la mayoría de los Toyota parecen nuevos y su presencia es “abrumadora”.
Es cierto que en mercados emergentes las Land Cruiser y Hilux son muy populares por su confiabilidad, aunque su versatilidad también las hace muy apreciadas para usos militares.
Probablemente, esta serie de factores, sean los que contribuyen para su proliferación entre los militantes extremistas, que podrían haberse hecho de los vehículos de varias maneras.
La principal, según teoriza ABC, sería el robo de las unidades a los rebeldes sirios, aunque también especula con, contrabando en zonas de conflicto, fuentes desconocidas en el extranjero o, sencillamente, aportes de simpatizantes de ISIS comprados con todas las de la ley.

A modo de conclusión de su descarga, Toyota declaró que tiene, en los escenarios de comercialización de sus vehículos, “procedimientos que avalan los compromisos contractuales para ayudar a prevenir que nuestros productos sean desviados para uso militar no autorizado”.
Específicamente, “los Toyota del ISIS” (según lo muestran los videos de los extremistas) comprenden principalmente a las pick up globales Hilux, mientras que los Land Cruiser no son variantes de los SUV de alta gama que conocemos, sino la versión 70, un modelo de hace más de 30 años que, dejado de producir en 2004, volvió a ser fabricado en Japón desde el año pasado a pedido de nostálgicos clientes y con intención de ganar volumen.