López llegó con 74 puntos de ventaja a Shangai y se fue con 75.
Podría creerse que el resultado fue bastante magro, sin embargo, fue mucho más positivo de lo que esto indica, ya que antes de Shangai había 165 puntos en juego (equivalente a tres carreras), mientras que ahora, solo hay 110 (dos carreras), por lo cual, pese a la escasa cosecha, las posibilidades de coronarse por segunda vez del piloto argentino son más grandes que nunca.
Un López que, tal como en la mayor parte del año, en la pista china pegó primero y desde una nueva pole (1m49s447), largó la primera carrera en forma impecable y nadie pudo inquietarlo.
Doblegó por poco menos de dos segundos y medio a su principal oponente en el campeonato, su compañero Müller y le sacó más de tres a Sebastien Loeb, quien cerró el 1-2-3 de los C-Elysée, resultado que, automáticamente, coronó a Citroen como el mejor entre los constructores por segundo año consecutivo.
Una doble coronación a la que también parece abonado José María López que, como decíamos al comienzo, tiene más posibilidades que nunca de lograrlo, aunque para que esto sucediera, tuvo que remar desde atrás en la segunda carrera (largó desde el 9º lugar) y llegó al último escalón del podio, después de su compañero Müller y de Gabrielle Tarquini, quien le disputó hasta el final la posición.
Ahora, López tiene 396 puntos y lo siguen, Müller (321), el único que puede aspirar a arrebatarle el título al argentino, Loeb (282), Ma (177) y Michelisz (172).
Entre los constructores, Citroen repitió el título con 879 puntos, y a la marca francesa la escoltan, Honda (611) y Lada (318).
El próximo 1º de noviembre, en Tailandia, José María López podría coronarse por segunda vez consecutiva Campeón Mundial de Autos de Turismo.