Efectivamente, días atrás dábamos cuenta del crecimiento y prestigio que tendrá “la verdadera carrera hacia Dakar”, una de las formas como también se conoce al Africa Eco Race (ya lleva siete ediciones disputadas) que, en su versión 2016, unirá Mónaco con Dakar, destacando innegables connotaciones automovilísticas, a través de unos 6.000 kilómetros atravesando Marruecos, Mauritania y Senegal, con llegada final a orillas del Lago Rosa en Dakar (cuya organización recibió cerca de un centenar de consultas de inscriptos en el Dakar 2016 a partir de la caída de Perú como escenario de la prueba sudamericana).
Contemporáneamente, y luego de no pocas idas y vueltas, el Silk Way Rally, cuya edición 2015 se está disputando por estos días en China, se anuncia para 2016 con salida a principios de julio desde la Plaza Roja de Moscú, llegando a Pekín, luego de unos 10.000 kilómetros totales de recorrido.
Al igual que en la primera edición en 2009, curiosamente, el mismo año en que comenzó a celebrarse el Dakar Sudamericano y también el Africa Eco Race, el patrocinante principal de la prueba será Gazprom, empresa transnacional de origen ruso que firmó un acuerdo con los organizadores de la competencia para prestar su apoyo durante por lo menos tres años.

Así como en la edición 2015 el director del Silk Way Rally es el ex ganador del Dakar en Moto (1981 y 83) y en Auto (1992), Hubert Auriol; para 2016, ya fue nombrado director de la carrera, el no menos prestigioso Vladimir Chagin, apodado el Zar, y siete veces vencedor del clásico en Camiones.
Para la realización 2016, cuyos detalles se conocerán a mediados de octubre, además, se han involucrado en forma oficial, el propio presidente de Gazprom (Alexey Miller), el titular de Kamaz (Sergey Kogogin) y hasta tuvo elogiosos comentarios sobre el intento, el propio presidente de la República Popular China, Xi Jinping.
Por ambas partes, una sumatoria de poderío económico, indicadores de prestigio y experiencia que avalan sobremanera los intentos.
Habrá que ver cual será la respuesta de ASO para devolverle a “su” Dakar el interés y el brillo que supo tener en sus orígenes africanos y en su primera etapa en Sudamerica, sobre todo, sin hacer tanto hincapié en la parte económica y haciéndolo en materia de países y desiertos.
El futuro, no solo del Dakar, sino del Cross Country Rally está en juego, nada menos…