En el marco de críticas al gobierno por la carencia de divisas estadounidenses para su aplicación a insumos para la fabricación de los vehículos, agravado por el contexto que propone la recesión del sector en Brasil, principal cliente de Argentina en materia de exportaciones, los mensajes de los responsables máximos de la terminales, iniciaron un 7º Salón algo depreciado por la situación actual generada post aplicación del impuesto automotor y donde se hizo más hincapié que nunca en las marcas ausentes en vez de privilegiar a las presentes.


No obstante, quizás precisamente por ese panorama algo sombrío con que iniciamos, la jornada inaugural con el día para la prensa se destacó con una dinámica por parte del ámbito automotriz que nada tuvo que envidiarle a ocasiones mucho más favorables.


Es cierto que el mensaje entregado al periodismo (nutridísimo y multifacético grupo de informadores de los más variados perfiles) deambuló entre reclamos de diverso tipo, generalmente apuntados al gobierno, y las autorreferencias a gestión y productos propios, sin embargo, la actitud manifiesta dejó plantado el mejor antecedente para ocasiones futuras, no tan traumáticas y supuestamente más positivas.


En este contexto, podríamos resumir que este Salón se caracterizó por un lanzamiento mundial, la pick up Renault Oroch (basada en el Duster) y, en menor orden, el debut del Sandero RS; la irrupción de Nissan como fabricante (con la NP300 Frontier destinada a ser local desde 2018) y la llegada de la china Lifan de la mano de los actuales importadores de Hyundai (Flia.Cavicchioli y asociados).


Esta fue la primera aparición oficial del Mercedes Vito nacional; el desembarco del Jeep Renegade (gran jugador en el segmento chico de los SUV); la presentación regional del Audi Q7 (325 kilos más liviana que la anterior) y el debut ante el público del Honda HR-V de fabricación local.


También se destacaron, el anuncio oficial de la llegada en 2016 del nuevo Ford Mustang en su versión top (motor V8) y la presencia del nuevo Focus III que, hecho aquí, será presentado en Brasil; Peugeot (única marca presente de PSA) anticipó su primer SUV, el 2008 del segmento chico que también se hará en Brasil y Mercedes trajo el Smart ForFour, su recién lanzado Clase C y el impactante AMG GT (rival del Porsche 911).


Ram tuvo su propio stand, destacándose la versión 1500 by Fox y la personalizada 1500 by Mopar; VW mostró el Passat 2016 (Auto del Año en Europa) en el marco de 11 novedades; decepción a medias por parte de Toyota que no presentó la nueva y esperada Hilux (justificada con razones poco claras) e hizo hincapié en el Mirai, primer vehículo de producción alimentado por pila de combustible y Fiat mostró el 500X que llegará en el futuro a la Argentina.


En este magro contexto, no sumaron mucho, la personalizada Chevrolet S-10 High Country, el concept FCC4 de Fiat, el nuevo Ka (se venderá desde mediados de 2016), el pobre stand de Ferrari-Maserati (con una 430 Scudería de 2007) y una Quattroporte (2012) que mas bien parecía un concesionario de autos de lujo y el marginado y poco lucido, aunque valioso desde todo punto de vista, stand destinado a celebrar el 104º natalicio (el próximo 24) del piloto más grande de la historia, Juan Manuel Fangio.


Sin dudas, el desarrollo de este 7º Salón del Automóvil de Buenos Aires, dará varios temas más para que continuemos tratando, graficando y opinando desde este espacio, solo habrá que esperar a los acontecimientos porque los protagonistas, ya están esperando…