Alojado en el hotel Carlton de Cannes, en la costa mediterránea, Francia, Barnato estaba tan seguro que podía ganar la carrera hasta Calais, que poco menos que dobló la apuesta: no solo aseguró que sería más rápido con su Bentley Speed Six que el Tren Azul en el tramo, sino que anticipó, que para cuando el expreso llegara a Calais, a orillas del Canal de la Mancha, él y su auto ya estarían en su club en Londres, Inglaterra, casi 170 kilómetros más allá del lugar de arribo en la costa francesa…
Y el emblemático británico, sorprendió de tal manera con su éxito en el desafío, que capturó la imaginación del público, alimentando la leyenda de los Bentley Boys (iniciada luego de cinco victorias en las 24 Horas hasta ese 1930) y encarnando a la perfección el espíritu de competición de la marca.
Un golpe de efecto que significó una gran publicidad para Bentley, especialmente, cuando este tipo de manifestaciones eran genuinos desafíos y no parodias armadas como muchas de las que hoy se gestan (por ejemplo, La Mille Miglia).

Para celebrar los 85 años de tan singular historia, la marca decidió que la exclusiva división Mulliner se remitiera al hecho y a la versión especial Blue Train del modelo Speed Six que utilizó Barnato, recreando una edición especial en base a la actual berlina Mulsanne Speed.
Fabricados a mano por los artesanos de Mulliner, encargados de las unidades más exclusivas de Bentley, los únicos cuatro ejemplares de la exclusiva edición, contarán con llantas especiales de 21”, entramado de la parrilla similar al que utilizaba el Blue Train original, detalles alusivos a este en, zócalos de acceso al vehículo, portapatente delantero, paneles de puertas, apoyacabezas, y una placa del Bentley Drivers Club montada sobre la parrilla, entre otros detalles.

Detalles que adquieren otra dimensión en lo referente al equipamiento adicional, similar al utilizado por Barnato en el épico viaje.
Como el original, los cuatro ejemplares de la edición Blue Train 85 Años contarán con, cesta personalizada adornada con madera de roble y piel de camello, exclusivos cubiertos de plata Robbe & Berking, vajilla de porcelana Haviland Limoges, copas de champán de cristal Linley y una manta de picnic 100% de Angora tejida en Escocia.
Todos, elementos únicos de diseño que suman recuerdos nostálgicos de uno de los Bentley más legendarios de todos los tiempos.
Y si aún así los recuerdos aparecen demasiado borrosos por el tiempo transcurrido o algún desmemoriado no logra rescatarlos, bastará saber que solo serán cuatro unidades porque Barnato llegó a su club en Londres, apenas cuatro minutos antes de que el Tren Azul terminara su periplo y arribara finalmente a Calais…