El gran actor norteamericano fue un apasionado de las carreras de autos como otros célebres colegas (por ejemplo, Paul Newmann antes, Patrick Demsey hoy) y, especialmente, hizo un culto de las 24 Horas de Le Mans (“Vamos a hacerlo bien, nada de esa típica m… de Hollywood. Tiene que ser una película pura de automovilismo y si vamos a hablar de carreras, esa carrera tiene que ser Le Mans”).
Con esa convicción se convirtió en leyenda Le Mans, probablemente, la película más importante de automovilismo de la historia del cine, grabada en 1970 y estrenada en 1971.
Esa obsesión que llevó a McQueen a realizarla en los ’70, encendió la idea del periodista Andrew Marriot en este siglo XXI para crear un documental “sobre el hombre y la película”.
The Man & Le Mans cuenta no solo la voluntad del actor para darle vida a la película de automovilismo más exitosa de la historia, sino también las increíbles consecuencias económicas y personales que debió afrontar McQueen para lograr su objetivo.

En este documental participan pilotos que colaboraron en la película de 1970, Derek Bell (quíntuple vencedor en Le Mans), David Piper, Jonathan Williams (quien en 1970 piloteó el Porsche 908 equipado con cámara a bordo con el que se consiguieron imágenes espectaculares), guionistas, técnicos y asistentes de McQueen.
Testimonios que se sumaron a los de la por entonces esposa del actor, Neile Adams, y al hijo a ambos, Chad, que, a su vez, se mezclaron con documentos sonoros y visuales de época e imágenes tomadas especialmente en las 24 Horas de 2014 y que conformaron “un testimonio conmovedor y original”.
El próximo sábado, Steve McQueen, The Man & Le Mans se proyectará al público en Cannes y en noviembre se estrenará en cines y todo hace suponer que esta vez también valdrá la pena ver a McQueen…