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NOSTALGIA
LA MISIÓN ARGENTINA VIVE (46 años después y con la introducción de Oreste Berta)
17/03/2015. ?Que lindo sería correr con un auto acá!, me dijo Fangio cuando llegamos a Nürburgring y ahí comenzó todo??, lo contó Oreste Berta, uno de los factótum de la recordada epopeya de los Torino en la edición 1969 de las 84 Horas realizadas en el mítico circuito alemán. Protagonista del film de Adrian Jaime, ?La Misión Argentina? y presente anoche en el edificio central de YPF donde, a modo de avant-première, una de las historias más emblemáticas del automovilismo argentino se proyectó en función privada.
Con buena parte de imágenes de época, testimonios de sus protagonistas, perspectiva actual y poco menos que guionada por el más grande constructor del automovilismo argentino, el propio Oreste Berta, se presentó anoche en función privada, el film La Misión Argentina, poco menos que un homenaje de Adrian Jaime, a la participación de los Torino argentinos en las 84 Horas de Nürburgring de 1969.
Película que podrá verse desde este mismo jueves en Buenos Aires, en el espacio INCAA Gaumont (Av.Rivadavia 1635) y que, entre el 26 y el 29 de marzo, se proyectará en el Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551).
Un verdadero documento consumado con gran esfuerzo (“fue muy difícil conseguir material de la época”, según el realizador) y creativamente armado a partir del apasionamiento de un joven de 44 años que aún no había nacido cuando las 84 Horas se ponían en marcha, aunque cuando lo hizo ya casi estaba predestinado (“mi Papá trabajaba en IKA y en casa se respiraba Torino”, apuró Jaime).
Con participación central de Berta, el film repasa distintos aspectos de “La Misión…” e inclusive nos pone en época, reviviendo los turbulentos momentos del cordobazo (revuelta popular que puso fin a la dictadura militar de Onganía) y del lanzamiento desde Cabo Cañaveral de la misión espacial a la Luna.
A partir de lo cual se suceden imágenes de la carrera, con entrevistas previas y posteriores a cargo, entre otros, del prócer Juan Carlos Perez Loizeau y luego, anécdotas complementarias del realizador Jaime y del propio Berta que, al cabo de la proyección de los 70 minutos del film, tomaron el mando de la convocatoria proponiendo el verdadero backstage de la película.
Parte final que tuvo en Berta a un rico contador de anécdotas en referencia y desde donde llegaron los párrafos más enriquecedores, con menciones casi constantes a Juan Manuel Fangio (“era la llave para conseguir todo lo que hacía falta y solo una figura como él podría haber aglutinado a tantas primas donnas…”), a la gestión del coordinador Carlos Lobbosco (“sin cuyo aporte no podría haberse logrado…”), al espíritu de cuerpo que llevó adelante la titánica gestión (“lo más destacable fue la armonía con la que trabajamos todos, desde los mecánicos, los directivos y los pilotos, que eran los mejores que había en ese momento”) y hasta la perspectiva actual de la epopeya (“lo hice porque tenía 29 años y era un inconsciente, hoy no me animaría”).
Realmente, un homenaje destacado a una historia que se armó a pulmón (por aquellos tiempos, casi nadie filmaba y era muy escaso el material que circulaba) y que ningún apasionado por los autos y la historia debería dejar de ver, a menos que quiera permanecer ignorante ante una de las epopeyas más grandes del automovilismo argentino.