En un Salón de Ginebra caracterizado por vehículos superdeportivos y SUV, la presencia de la máxima expresión deportiva de la silueta 911 no pasó desapercibida a pesar de lo familiar que resulta.
Es que entrando en algunos detalles de esta versión, nadie puede sino sentirse fascinado por lo que propone.
Una nueva variante de su motor seis cilindros opuestos, aspirado normalmente, de 4.0 litros y casi 500 CV con un torque de 49 kgm, que se convierte en la más poderosa unidad de estas características instalada sobre una versión de calle del 911.
Potencial que se descarga en las ruedas traseras a través de una caja A7 de doble embrague automático y un diferencial de bloqueo variable con función de vectorización de par integrada.
Este GT3 RS basa su plataforma en la del 911 Turbo de aleación de aluminio, aunque propone una nueva estructura donde aparecen magnesio y fibra de carbono reforzada, alternativa que optimiza su peso y permite bajar el centro de gravedad.

La tapa cubre-motor presenta elementos adicionales de refrigeración y un spoiler integrado estilo cola de pato para aumentar la carga aerodinámica en alta velocidad.
El tratamiento incluye spoiler delanteros con tomas dinámicas integradas, salidas de aires en los guardabarros para eliminar la presión generada por el girar de las ruedas (minimizando la flotación) y todo el paquete rematado por un gran alerón posterior regulable.
A pesar de la incorporación de diversas soluciones, el peso del GT3 RS es de 1.420 kilos, lo que significan más de 350 CV por tonelada que, según la marca, le permiten un 0-100 en 3s3/10 y un 0-200 en solo 10s9/10, con una máxima que está relacionada con la incidencia de alerón, aunque se estima en 320 km/h.