Inicialmente, la presentación del nuevo Audi R8 en Ginebra, solo contemplará la posibilidad de la variante Plus que, equipada con el mismo motor V10/5.2 litros, entrega 610-615 CV con un par motor de 57,1 kgm. Más adelante, llegará la de 540-545 CV, que conservará los mismos dispositivos que aquel, aunque con deportividad más relajada.
El motor cuenta ahora con desactivación de cilindros, a través de cancelar encendido e inyección de una de las bancadas de cilindros, lo que permitirá que, durante algunos momentos, el motor funcione como un cinco cilindros.
También estará equipado con Start&Stop, lo que permitirá optimizar el consumo de combustible limitando las emisiones de CO2, a tal punto, que la empresa declaró ocho kilómetros por litro para la versión más potente (10% más económico que la versión precedente).
Acoplada al V10 está una caja tipo S-tronic de doble embrague A7, con posibilidad de tres formas de conducción gestionadas a través de un sistema de impulsos eléctricos (shift by wire).

La tracción integral quattro es de nueva generación, con diferencial delantero multidisco (antes, monodisco) y trasero con autoblocante, capaz de enviar el 100% del par a cualquiera de los dos trenes de ruedas de acuerdo a las condiciones de la ruta que se transite.
La marca anunció un peso 50 kilos menor para esta versión respecto al modelo anterior, no obstante el incremento sufrido por mayor cantidad de equipamiento. Su peso total es de 1.454 kilos, logrado en gran medida gracias a su plataforma ASF (Audi Space Frame) y varios de los componentes de la carrocería realizados en plástico reforzado y fibra de carbono (15% más liviana que la carrocería del modelo anterior).
Estéticamente, el nuevo R8 propone el renovado family feeling de la marca, con abundancia de ángulos de distinta graduación en, parrilla, tomas dinámicas, algunos sectores de la carrocería, luces posteriores, etc.
Lo que se dice, una nueva tendencia mucho más rígida, si se quiere, respecto a la sensualidad que proponían las curvas de la versión precedente.

El nuevo R8 incorpora un largo difusor inferior, que debería mejorar su comportamiento aerodinámico; también puede incluir frenos carbocerámicos y el interior trae una pantalla digital similar a la del TT que hace de panel de instrumentos y la mayoría de las funciones se gestionan con comandos agrupados en el volante, botón de arranque inclusive.
La gama R8 se completará con la variante e-tron eléctrica de 462 CV y nada menos que casi 94 kgm de torque (0 a 100 km/h en solo 3s9/10) que tendrá una autonomía de 450 kilómetros y la versión LMS de competición con la que la marca estará presente en pruebas de larga duración de GT3 a partir de 2016.