“Después de nueve años y aproximadamente 230.000 unidades construidas, la producción del Eos en Portugal terminará en mayo/junio”, anunció un portavoz de VW hace menos de 48 horas.
Según amplió el mismo informante, la marca espera que esto no afecte a la planta de Setúbal, donde también se fabrican, la cupé Scirocco, el monovolumen Sharan y su homónimo de Seat, el Alhambra.
Como para contentar a los más ansiosos, con el anuncio del cese de producción del Eos en dicha factoría, se comunicó que, “…VW invertirá unos 680 millones de euros en la planta hasta 2018”.
Las ventas de convertibles en Europa se redujo en un 20% en 2014, al menos entre las marcas generalistas, ya que los Premium (Porsche Boxster, Audi TT y BMW Z4) crecieron un 1%.
En ese contexto, el Eos ocupó el noveno lugar entre los más vendidos con poco menos de 3.200 unidades, lo que marcó un descenso del 14% respecto a 2013.
El convertible de VW debutó en 2006, en un momento en que la demanda era alta por convertibles con techo duro plegable, tendencia capitalizada exitosamente por Peugeot con sus 206CC y 307CC.

No obstante, debido al mayor largo total del Eos, el techo tuvo que ser dividido en cinco secciones en vez de tres, una construcción compleja que provocó no pocas filtraciones que, a su vez, hicieron que apareciera moho en distintas partes del auto.
Con esta determinación, VW se aleja de los convertibles de techo duro genuinos a favor de otras tendencias como son los SUV, aunque mantiene las versiones descapotables del Beetle (el más vendido en Europa en 2014, con 13.286 unidades) y la variante con techo de lona del Golf (ocupó el segundo lugar con 11.447 ejemplares).
Oficialmente, la marca reconoció que, “las preferencias de los clientes en el segmento cabrio han cambiado a favor de los softtops (ndlr: techo blando), por lo que nos concentraremos en el futuro de Golf Cabrio y Beetle Cabriolet”.
Volviendo al caso de las vanas promesas de la marca en Argentina respecto a la llegada “inminente” del modelo a nuestro mercado, debemos hacer una corrección: el Eos SI llegó a la Argentina, aunque se trató de una sola unidad, afectada al uso personal del –felizmente- repatriado español Emilo Saenz, circunstancial CEO de la filial local de la marca.