La reactivación de la marca alemana está liderada por el nieto de su fundador, Christian Borgward, quien adelantó el lanzamiento sin ocultar su satisfacción, “es un sueño de la infancia hecho realidad para mi”.
La marca fue fundada en 1919 por Carl F.W.Borgward y se declaró en bancarrota en 1961 y si bien tuvo continuidad, tanto en Méjico como en Argentina, el nombre desapareció poco después del ámbito automotriz mundial.
Borgward tuvo intensa participación deportiva a través de participación oficial en pruebas de larga duración, como las 24 Horas de Le Mans y los 1.000 Kilómetros de Nürburgring y el grupo se caracterizó por producir modelos para Borgward, Hansa, Goliath y Lloyd.

En Argentina, la marca fue bastante popular en los ’50, a tal punto que, la fusión entre la estatal DINFIA y Borgward Argentina, derivó en la creación de Dinborg, empresa autorizada a funcionar como terminal en 1959 y que estaría a cargo del armado del sedan Isabella hasta 1963, llegándose a producir unas 3.000 unidades del emblemático sedan con piezas importadas de Alemania.
Paralelamente, la marca tuvo una intensa participación deportiva oficial en nuestro país, recordada por grandes duelos frente a los Peugeot 403 en el marco de la categoría Turismo Standard de principios de los ’60, vehículos que todavía suelen verse en pruebas de clásicos, como el Gran Premio Histórico organizado por el Automóvil Club Argentino.


Según Christian Borgwad, quien para la ocasión se asoció con Karl Heinz Knoss, “comenzamos a darle forma y diseñar el futuro de la marca hace unos 10 años y ahora estamos listos para el siguiente paso”.
Un trance que sugiere la presentación de un nuevo producto, probablemente con estilo retro, en el próximo Salón de Ginebra, escenario que también servirá de marco para el anuncio oficial del retorno de Borward.